Cada uno de los peluditos tiene una identificación que los hace oficiales del lugar.
En la ciudad de São Leopoldo, Brasil, habitaban entre muchos callejeritos, tres perritos que crearon su propia manadita, se acompañaban y calentaban de las frías noches entre ellos, también compartían la comidita que conseguían.
Sin embargo, habían muchas personas que los rechazaban y consideraban sucios y molestos, entre esas personas se encontraban los dueños de una gasolinera a los que ellos les gustaba ir porque cerca, vivían dos personas que los alimentaban de vez en cuando.
Al poco tiempo y para fortuna de los cachorros, los dueños de la estación de servicio vendieron y se fueron, entregándole la propiedad a nuevas personas que a diferencia de ellos, adoraban a los animales.
Eso si, no se fueron sin antes advertirle al nuevo dueño del lugar, Gabriel Corrêa, que habían tres perros deambulando por el lugar, entonces que no los alimentará ni les diera espacio porque fijo se quedaban a molestar allí.
Cuando nos hicimos cargo en febrero, nos dijeron que había algunos perros que iban allí de vez en cuando en busca de refugio por la noche y comida. Nos dijeron que no se les debe alimentar o prestar atención, porque si les dábamos comida o atención, se quedarían allí para siempre. – Comentó Gabriel a The Dodo.
Gabriel prestó atención a la advertencia pero no para tomarla, sino para hacer todo lo contrarió, pues él y el resto del personal, se dedicaron a consentir a los peluditos cada vez que se acercaban, así como a alimentarlos, ellos lo que querían era que los animalitos se sintieran a gusto allí y entendieran que no tenían porque irse.
Los perritos comenzaron a entender que allí los recibían con cariño y gusto, por lo que comenzaron a ir cada vez más seguido, hasta que llegó un día en que ya no quisieron irse más, decidieron quedarse a vivir en la estación de servicio.
Gabriel feliz con la decisión que tomaron los animalitos, decidió hacerlos empleados, socios y miembros de la familia, pues no quería que las personas creyeran que no eran de nadie, ellos tenían ahora una familia que los quería y protegía, era importante que la ciudad lo supiera para que nadie se los llevará ni les hiciera daño.
Fue entonces cuando Gabriel les compró collares a todos ellos y les mando a hacer un documento que los identifica como miembros oficiales del lugar.
Los animalitos recibieron el nombre de Marmaduke, Mano y Trakinas, estaban realmente felices de pertenecer a un hogar y a un trabajo.
Gabril estaba tan feliz con sus nuevos empleados, que incluso les arregló unas viejas casitas que encontró en el vecindario, para que pudieran descansar después de un largo día de trabajo.
El personal siempre les mantiene comida y agua fresca, para que ellos no tengan de que preocuparse y se sientan siempre a gusto.
Aunque si bien es cierto que los peluditos cumplen un papel importante como empleados, pues siempre están cuidando el lugar y al personal, también cumplen con la función de sacarle una sonrisa a los clientes que visitan la estación de gasolina, pues todos buscan acariciarlos y darles un bocadillo.
Gracias a ellos, la gasolinera ha conseguido muchos clientes más, por ejemplo, un usuario recurrente de la estación publico en Facebook:
Como residente de São Leopoldo, felicito a los nuevos propietarios y sus empleados. Yo ya era un cliente, pero ahora lo soy aún más. Mi consejo a los demás: ¡Llene sus tanques de gasolina aquí!. – Escribió Adote um vira-lataRS en Facebook.
Fuente: Adoteumvira-lataRS.