Desde la puerta esperaba por una oportunidad para ser feliz… esa oportunidad ya llegó!
Muchas personas se dividen entre creer en las casualidades o el destino, sin embargo, lo que le pasó a esta familia es, definitivamente, producto de un cruce de caminos que tenía que terminar con los hechos de aquella noche. Stacey Whrigt y su esposo planearon tener una cena romántica pero en su camino se interpondría un minino indefenso que le daría un vuelco a la velada.
Amor a primera vista.
Después de dejar su casa y sus ocupaciones por unos momentos para disfrutar de un tiempo de calidad juntos, Stacey y su esposo llegaron al centro de la ciudad para ir a su restaurante favorito. En el camino del estacionamiento al lugar se cruzaron con un pequeño amigo indefenso al que de inmediato le llamaron la atención, se trataba de un gatito que parecía vivir en las calles.
A pesar de que su aspecto mostraba que tenía una vida muy difícil, este pequeño peludito no tuvo pena en acercarse directamente a Stacey, fue como si un imán lo hubiera atraído a ella en solo unos instantes. Ella, al ser una amante de los animalitos se agachó a consentirlo y la reacción del minino la sorprendió, él se tiró a sus brazos y se acomodó buscando que lo consintiera.
Aunque el episodio le provocó un amor y una ternura gigantescas, lo único que pudo hacer junto a su esposo fue preguntar si le pertenecía a alguien mientras entraban al lugar donde comerían, algunos de los trabajadores les contaron que lo habían visto rondar la calle durante las última semanas, por lo cual, creían que sí era un gatito a su suerte.
La velada continuó de una manera inesperada.
La pareja se sentó en la mesa en la que comerían pero Stacey no podía dejar de pensar en el minino que habían dejado afuera, ¿qué sería de él con el invierno que golpeaba a la ciudad? ¿Quién lo alimentaría? Mientras pensaba en esto, el gatito hizo algo que le confirmaría que ella debía llevarlo a casa. De repente, en la puerta de cristal ella vio un par de patitas que se sostenían en el marco y unas orejitas que sobresalían, era él que la miraba fijamente con ojos de tristeza.
Stacey lo supo inmediatamente, él la había escogido y aunque el momento podía resultar conmovedor y un poco gracioso al ver ahí sostenido en sus dos patitas traseras, ella no lo pensó dos veces, pidió una toalla y se acercó para envolverlo en ella y llevarlo a casa.
Su rostro cambió de inmediato.
Cuando Stacey lo abrazó, su reacción fue increíble, su actitud de tranquilidad y su carita feliz fueron protagonistas de unas hermosas fotos. Cuando llegó a casa exploró cada uno de los rincones y se limitó a permanecer sentado mientras los perritos del hogar corrían a su alrededor y lo olían. No faltó mucho tiempo para que se adaptara y se sintiera bien en el lugar, siempre pegado a su mamá humana a la que ama profundamente.
Stacey hizo de todo para encontrar un posible dueño, diseñó unos carteles para avisar que ella tenía a un gatito perdido en el restaurante donde lo había encontrado pero pasados varios días nadie llamó ni lo busco. En ese momento ella supo que él había aparecido en su vida por una razón y decidió adoptarlo convirtiéndolo en uno más de sus hijitos peludos y nombrándolo Lucky, igual que la suerte que él le trajo.
Ella quiere que lo lleve toda la mañana mientras prepara el desayuno. Es muy lindo. Él ama a mi madre y la sigue a todas partes. –Dijo Madeline, la hija de Stacey a Love Meow.
Lucky crece feliz y sano en una familia que lo ama y con una madre que lo daría todo por él. Tal vez fue su instinto animal quien le dijo que con ella estaría bien, lo cierto es que encontró un hogar para toda la vida y una mujer que lo mima siempre, su suerte llegó a su lado.
Fuentes: Madeline Ohara, Love Meow.