Cuando un gatito no vuelve a su hogar no es porque no quiera hacerlo, es porque no sabe cómo, por eso nunca hay que dejar de buscarlos.
Ya siendo adulto, este gatito fue rescatado de vivir en las calles por una joven, que al verlo en muy mal estado de salud, decidió adoptarlo y llevarlo a casa para darle los cuidados y amor que cualquier animalito en el mundo necesita.
Una nueva vida a la cual acostumbrarse.
La chica que lo rescató lo quería mucho y cuidó muy bien de él, hasta que vio que cada día se sentía mejor, estaba sano y feliz de tener un hogar. Así la vida con su hijo gatuno al que llamó Navi, estaba siendo realmente divertida, pero en otra ocasión su amor por los animales salió nuevamente a flote, cuando se encontró a otro gatito, uno chiquito blanquito con negro al que también rescató, pensando que sería bueno para su minino tener un hermanito.
Pese a que sus intenciones eran buenas, se equivocó, pues su hijo gatuno se estresó mucho con el nuevo y pequeño integrante de la familia porque era muy juguetón e intenso. Por supuesto el pequeñín vio en él, un ejemplo a seguir y además una divertida compañía, sin embargo, para Navi las cosas transcurrieron muy rápido y un poco desubicado debido al estrés se fue de casa, tal vez solo para dar un pequeño paseo, pero no supo cómo regresar.
La felicidad de ser amado se reflejó en sus ojitos.
Su mamá humana estaba en el trabajo, cuando fue avisada por su tía de la pérdida de Navi, inmediatamente la chica fue a buscarlo y durante varios días lo llamó por todos lados, usando su comidita como señuelo y gritando su nombre.
Fueron horas realmente preocupantes para la joven, que en compañía de su familia buscó desesperadamente al minino, por suerte sus esfuerzos dieron fruto y tras una incansable búsqueda, lo encontraron escondido entre unos espesos matorrales. Navi, no quiso salir de allí hasta que no escuchó ningún ruido extraño y vio que todo estaba apacible, posteriormente entre tiernos maullidos salió al reencuentro con su madre.
La chica lo alzó en brazos y lo llevó de regreso a su hogar. Una vez allí, en la tranquilidad de la casa,el gatito estaba muy feliz de estar de vuelta y la chica se dio cuenta de que tenía sus ojos aguados y la nariz roja, seguramente producto de todas las emociones vividas. En realidad él amaba estar a su lado y las lagrimitas fueron únicamente de felicidad.
La joven sintiéndose todavía triste por lo que había sucedido, le pidió perdón al gatito y le aseguró que nunca más iba a ponerlo en una situación de estrés, también le dio las gracias por seguir amándola, pues él, respondió a sus caricias, frotándose con sus manos y hasta haciéndole abrazo mordisco, un juego típico que hacen los felinos cuando se sienten felices y en confianza.
Menos mal este gatito fue encontrado y logró volver a su hogar, todo gracias a la perseverancia de su humana, que no se dio por vencida hasta tenerlo de vuelta entre sus brazos.
A continuación te dejamos el video de la emotiva historia.
Fuente: Sweet Cat.