Casi no puede entrar a su nuevo hogar, perrito recuerda cuando lo echaban de casas antes

Casi no puede entrar a su nuevo hogar, perrito recuerda cuando lo echaban de casas antes

Tranquilo, ya eres un perrito de hogar

Samantha Zimmer vio en un grupo de rescate en  redes sociales una publicación en la que se denunciaba que había cuatro perritos callejeros en muy malas condiciones tratando de sobrevivir en un barrio de Houston, ciudad en la que ella habita. La historia le partió el corazón y decidió ir a rescatarlos.

Rescate complicado pero exitoso.

El primer día logro atrapar a dos de los cuatro perritos mencionados en la publicación, no fue fácil, pues eran muy esquivos, pero ella sabía que hacerles pasar el susto del momento valdría la pena luego, cuando se encontraran resguardados para siempre en su casa, lejos de las infames y crueles calles.

Samantha Zimmer/SWNS

Lo malo fue que dos de ellos lograron ser lo suficientemente rápidos e inteligentes como para evitar caer en las trampas por lo que ese día la mujer tuvo que volver a su casa con solo dos de los perritos que necesitaban ser rescatados. Toda la noche pensó en los dos que hacían falta y no podía conciliar el sueño al imaginar que tal vez se había ido más lejos o que por escapar podrían haber sufrido algún tipo de accidente, y ya no podría ofrecerles el hogar que tanto habían necesitado estos pobres peluditos.

Esas ideas la ponían tan triste que al otro día, muy temprano en la mañana, salió directo al vecindario donde había estado el día anterior a intentar de nuevo atrapar a los otros dos perritos, esta vez tuvo suerte!

Samantha Zimmer/SWNS

Los dos cayeron en las trampas, uno de ellos, el más chiquito, era tal vez, el más afectado. Cuando Samantha lo llevó al médico veterinario le dijeron que tenía una fractura en el fémur y además un balín incrustado en las costillas, aparte estaba muy, muy delgado y con parásitos; se notaba que este cachorro no la había pasado para nada bien en las calles, pero las señales de su desolador pasado, apenas estaban empezando a salir a flote.

Reminiscencias de un pasado desolador.

La mujer habló con vecinos del sector donde los perritos habían sido rescatados y ellos mismos les contaron que algunos residentes de buen corazón les daban, a veces, algo de comer, las sobras generalmente, pero esto les había permitido resistir las inclemencias de la calle, sin embargo, no todos eran buenos, había otros que los trataban muy mal, les pegaban e incluso les disparaban con aire comprimo, lo que explicaba perfectamente porque uno de los cuatro perritos tenía un balín en sus costillas.

Seguramente el pobre bebé había intentado en ocasiones colarse en alguna de las casas, buscando qué comer o algo de refugio para escapar del frío y la lluvia, y lo habían sacado a gritos, patadas y hasta disparos.

Samantha Zimmer/SWNS

Cuando el perrito, al que Samantha paradójicamente llamó Boomer (viejo en inglés), fue dado de alta de la clínica veterinaria y llegó a la casa de la mujer, mostró claramente las secuelas de su vida pasada, tuvo mucho miedo de entrar a la vivienda, comportamiento que los otros tres perritos también tuvieron al inicio, por lo que Samantha entendió que debía ser muy paciente y mostrarles día a día que ella no era como las personas que habían conocido antes.

Samantha Zimmer/SWNS

Les acondicionó casitas muy cálidas y cómodas en el jardín, también les dejó todo el tiempo la cochera abierta para que pudieran entrar cuando quisieran, ellos poco a poco entendieron que estaban en un buen lugar; pero, al que más trabajo le llevó confiar fue a Boomer, entendible, era al que peor le había ido antes, tardó algunas semanas, pero poco a poco fue evolucionado. Físicamente ya se veía mucho mejor y sus ojitos comenzaron a mirar a Samantha con esperanza y amor.

Samantha Zimmer/SWNS

“Amigo, ven. Ya eres un perro de hogar”

Finalmente, el día de dejar su vida de callejerito para siempre atrás llegó, fue el momento en que a pesar del miedo que le producía cruzar el umbral de la puerta, logró hacerlo, apenas unos pasitos adentro, pero ya tenía la confianza suficiente para atreverse a entrar. Para muchos podría parecer poca cosa, pero alguien que ha tenido que rehabilitar a un animal callejero entiende lo importante que estos avances son; todos celebraron el acontecimiento: Boomer al fin se sentía capaz de entrar a su nuevo hogar!

Samantha Zimmer/SWNS

Gracias Samantha por haber cambiado la vida de estos perritos.

Mira en el vídeo a continuación el momento en que Boomer logra entrar por primera vez a su hogar.

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