Su familia los dejó atrás en un refugio, pero juntitos encontraron la valentía para continuar.
A veces, por más de que cueste creerlo, las situaciones complicadas que vivimos nos lleva a mejores experiencias de vida y a un crecimiento como seres vivos, pues no sólo los humanos pasamos por cosas duras, también los animales, de hecho, me atrevería a decir que ellos son los más propensos a pasar situaciones de dolor e injusticia, pues ellos, lamentablemente dependen de nosotros, de cada decisión que tomamos y de la cambiante voluntad que les tenemos.
Recientemente, dos perritos de raza pitbull, se conocieron en el refugio Prima Animal Care Center, ubicado en Tucson, Arizona, uno de ellos es un macho y la otra es una hembra, sus nombres son Agatha y Jukebox, ambos tuvieron un pasado difícil, pero eso no les impidió a ninguno entregarle el corazón al otro, tampoco les impidió ser los perritos más amorosos y amigables del mundo, pues no sólo entre ellos se aman, sino también quieren mucho a las personas, sobretodo a los rescatistas que les salvaron la vida.
Agatha llegó al refugio simplemente porque su familia se canso de ella y decidió abandonarla, Jukebox, había sido un perrito callejero durante toda su vida, pero recientemente la organización lo acogió en sus instalaciones para poder brindarle una segunda oportunidad.
Los dos bebés peludos ingresaron el mismo día al refugio, a partir de ese triste momento, ambos estaban luchando por adaptarse a la vida y las condiciones del refugio, no obstante, la amistad que crecería entre ambos haría calmar la depresión y ansiedad que estaban soportando.
La calma llego en cuanto sus naricitas se olieron por primera vez.
El refugio recibe cerca de 17,000 animales al año y actualmente alberga a más de 400 perros. Con tantos peluditos que cuidar, es un milagro realmente que este par se haya cruzado, pero así fue, una tarde, no mucho después de que ambos hayan entrado al refugio, se encontraban los dos en el mismo patio de juegos del refugio, pues coincidencialmente, sus cuidadores decidieron llevarlos al mismo lugar y a la misma hora.
Habían muchos perritos jugando en el patio, no obstante, en cuando Agatha y Jukebox se miraron, el resto de los peluditos desaparecieron para ellos, pues al instante, estaban jugando, corretenadose y revolcandose el uno con el otro.
La química que existió entre ambos fue tanta, que los voluntarios que estaban a cargo de ellos quisieron pasar una solicitud para que los cachorros pudieran vivir en la misma perrera, pues no querían que volvieran a ponerse triste en cuanto los separarán.
Y así fue, después de una tarde de muchos juegos, los dos perritos volvieron a una perrera que habían adecuado para que los dos vivieran y se acompañarán allí.
Decisión que no les molesto para nada, pues a partir de ese momento, todo lo hacían juntos y se daban todo el cariño que su corazón era capaz de dar, aunque no habían nacido en la misma camada ni tampoco habían crecido juntos, este par se convirtió en la pareja de hermanitos más adorable de todo el refugio.
Por lo general, cuando un par de perros unidos entran al refugio, pasan toda su vida juntos, pero estos dos no se conocían. Se conocieron en un grupo de juego un día y desde el momento en que se miraron se volvieron inseparables. A pesar del hecho de que están viviendo esta vida de encierro, que es súper estresante para la mayoría de los perros, se consuelan mucho con la presencia del otro. – Comentó a The Dodo Kristen Hassen-Auerbach, directora del refugio.
Los cachorros demuestran lo felices que están de vivir en la misma perrera, no les importa el espacio personal, prefieren estar incómodos pero juntos, aunque la perrera tiene espacio suficiente para los dos y para que cada uno ocupe su cama, ambos deciden que es mejor pasar la noche dándose calor el uno al otro.
Hay mucho espacio para que se estiren, pero comparten esa pequeña cama juntos y así es como la prefieren. – Dijo Nikki Reck, oficial de información pública del refugio a The Dodo.
Después de que el refugio se dio cuenta de la hermosa amistad que había surgido entre Agatha y Jukebox, tomaron la decisión de que no los separarían, les buscarían un hogar que estuviera dispuesto a adoptarlos a los dos, no les importa cuanto se tarden en encontrarlo, lo único que quieren es que vivan el resto de sus años acompañándose el uno al otro.
Por lo general, no decimos ‘estos dos tienen que ser adoptados juntos’ porque eso les lleva más tiempo encontrar un hogar, pero con estos dos, simplemente no podemos dividirlos, así que esperamos con toda esperanza que podamos encontrar un hogar para ellos juntos porque creemos que están destinados a ser hermanitos. – Aseguró a The Dodo Nikki.
Por su parte los dos adorables hermanitos están haciendo su más grande esfuerzo para que las personas que visiten el refugio, se enamoren de los dos y decidan darles una oportunidad.
Cada vez que las personas entran al refugio llaman su atención, pasas por su perrera y siempre están haciendo una de las 20 cosas más lindas. Si no están acostados boca arriba juntos, uno de ellos está lamiendo al otro. – Añadió Hassen a The Dodo.
Pese a que el refugio quiere que este par de hermanitos encuentre su hogar ideal, aseguran que no tienen ningún afán, pues todos en el lugar los adora y los consiente, pues según dicen, este par alegre a cualquiera que los conoce.
Sólo estamos buscando una casa que los aprecie tanto como nosotros. Ellos son como la televisión perruna para nosotros, cuando cualquiera de nosotros está teniendo un día difícil o se siente deprimido, simplemente vamos a ver a Agatha y Jukebox en su perrera, automáticamente nos sentimos feliz de nuevo. – Finalizó Hassen a The Dodo.
Si le quieres hacer una donación al refugio que le salvó la vida a Agatha y Juebox, los puedes contactar en su sitio web Prima Animal Care Center, también si estás interesado en ser el hogar de estos hermanitos y te encuentras en el condado de Pima, también da click al enlace para que puedas comunicarte con el refugio.
Fuente: The Dodo.