El día que su mamá de 96 años partió de este mundo, Cuco decidió irse con ella

Partieron de la mano juntos al lugar donde serán jóvenes otra vez.

Siempre he pensado que el vínculo más fuerte que puede existir es el que se crea con un animalito, ellos son trasparentes, puros, nobles, inocentes y entregados, no hay forma de que te fallen o te lastimen, al menos que partan de este mundo, del resto, ellos sólo te entregan amor y felicidad.

No obstante, siempre he creído que ellos son los que más dependen, aunque podemos decir que ellos son lo más importante de nuestra vida y de nuestro corazón, en su caso, para ellos nosotros somos su mundo entero, pues de igual forma, nosotros tenemos amigos, familia, pareja, diversión entre otras cosas, en cambios ellos, ellos sólo nos tienen a nosotros.

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Después de que un animalito ama a una persona, esa persona se convierte en su todo, la vida sin esa persona ya no sería nada para ellos, por eso, es que muchas veces, de manera inesperada, ellos parten del mundo horas o días después de que nosotros nos hayamos ido, muchas veces los veterinarios lo han asociado a pena moral, ¿pero como sabemos si es realmente depresión? ¿Qué tal si hay un lazo tan grande que nos une a ellos y si una de las partes falta, en algún momento la otra también se desvanece?

El 10 de agosto la Asociación Protectora de Animales de Vilagarcia de Arousa, estuvo presente en uno de estos casos en lo que nosotros lo asociamos a una magia, que aunque esta historia se puede interpretar como algo triste, es algo hermoso si se piensa a profundidad.

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En la mañana de aquel día, los voluntarios del lugar se dispusieron a revisar a los perritos que estaban en las perreras para asegurarse de que todo estaba bien y darles su primera comida del día, sin embargo, cuando llegaron se dieron cuenta que Cuco, un perrito de 15 años, había fallecido, tal parece que el pequeño se había quedado dormido para emprender un viaje sin retorno.

El anciano pero chiquito perrito, había sido dejado en la Asociación por un familiar de su mamá, pues esta había enfermado gravemente y se encontraba hospitalizada en una residencia para personas de la tercer edad, nadie, queriéndose encargar del desamparado perrito, decidieron dejarlo en una organización que ayudara animales.

El perrito, a pesar de todo lo que había vivido, en el refugio se portaba bien, no mostraba signos de depresión, según dicen los directivos del lugar, era sociable y muy tranquilo, a veces estaba de mal genio y ladraba mucho, pero del resto, parecía estar bien en el refugio.

Cuco no fue el único que emprendió un viaje.

A la mamá de Cuco, una mujer de 96 años, se le permitía salir de la residencia cada cierto tiempo y como era de esperarse, ella buscaba a su perrito al que tanto amaba para poder pasar unas horas a su lado, por lo que el refugio mantenía una relación con ella y hacían seguimiento de su estado de salud.

El día del fallecimiento del cachorro, el personal del refugio se comunicó con la mujer para darle la triste noticia y manifestarle su más sincero pésame, no obstante, la mujer nunca paso al teléfono, pues esta también había fallecido el día en que Cuco se fue al cielo de los peluditos.

Nosotros creemos que se fue delante de ella para guiarla, pues ella lo cuidó hasta que las fuerzas se lo permitieron. La mujer cuidaba muy bien de él así como de una colonia de tres gatos que vivían en la calle. Arriba la han recibido tanto Cuco como todos los gatos a los que cuidó.– Comentó Ángeles Cifuentes, directora de la organización a La Vanguardia.

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Nadie se explica lo que paso, pues tal parece que ambos fallecieron por causas naturales, no obstante, la Asociación y los seres queridos de ambos, aseguran que esto no se trata de una coincidencia, se trata del amor y el vinculo actuando, además de la necesidad de ambos de reencontrarse y emprender una nueva vida juntos, depronto no en nuestro mundo, pero si en los extremos del lazo que los une a ambos a través del amor y la magia.

Fuente: Asociación Protectora de Animales de Vilagarcía de Arousa.