Ahora esta gatita está en manos más jóvenes, pero ella jamás olvidará a su papá.
Cuando tenemos a un gatito o perrito de amigo, compañero e hijo, planeamos pasar toda nuestra vida junto a ellos, pues son seres especiales que de alguna forma, logran que nuestra vida sea mejor, nos dan amor y alegría de manera infinita y desinteresada, pareciera ser que ellos son esos ángeles guardianes de los que tanto nos hablan, pues ellos sin duda alguna, llegan a acompañar, complementar y proteger nuestra vida.
Lamentablemente, la vida no siempre nos da lo que queremos, incluso, a veces es tan despiadada que nos somete a una situación que nos hace separarnos de nuestros peluditos, a veces son situaciones en las que alguno fallece o donde la enfermedad nos obliga a separarnos de ellos.
Chicken Little, inicialmente llamada Little Angel, es una adorable gatita que vivía como suelen vivir los gatos que tienen un hogar, como reyes, recibía toda la atención y el amor que ella creía merecer, su papá, un viejito de nombre Tony, la consentía a más no poder, él vivía solo y no tenía a nadie, por lo que su gatita era su Universo entero.
Ambos se quería y se acompañaban todo el tiempo, si bien Tony era el encargado de proporcionarle la comida, el calor y los cuidados necesarios, ella no se quedaba atrás, sus miradas, sus maullidos, sus ronroneos y sus restregadas de cuerpito, eran manifestaciones claras de un profundo amor.
Tony enfermó y su gatita no podía ir tras él.
No obstante, esa bonita unión se vio interrumpida el día en que Tony, por su avanzada edad, sufrió un derrame cerebral, después de pasar varios días en el hospital, logró recuperarse, pero no lo suficiente como para volver a su rutina normal, pues según los médicos, era momento de que él viviera bajo los cuidados de profesionales, por lo que del hospital, lo trasladaron a un asilo especializado en el cuidado de ancianitos enfermos.
Él muy preocupado por dejar a su hijita sola, le pidió a sus vecinos que la alimentarán, la cuidarán y le buscarán un nuevo hogar, si bien él no quería separarse de ella, era consciente de que no podían continuar juntos, por lo que lo más justo es que ella encontrará una nueva vida.
Los vecinos, muy solidarios, se unieron para cuidar de Little Angel, pero al verla tan sola y decaída por la ausencia de su papá, decidieron divulgar la historia de la pequeña para que otra familia le diera la oportunidad.
Pegaron carteles por el barrio, hicieron publicaciones en las redes sociales, contaron la historia en cada refugio de su ciudad, mejor dicho, estaban entregados en cuerpo y alma a cumplir con la petición que su amigo Tony, les había hecho.
Una nueva oportunidad iba a tener la gatita, al igual que su papá.
Afortunadamente los esfuerzos de los buenos vecinos dieron frutos rápidamente, una mujer de nombre Amanda Hasson, vio una de las publicaciones en Facebook de la gatita, ella que se encontraba en busca de un minino para hacerlo parte de su familia, no dudo en darle una oportunidad a Chicken Little, como ella la llamó, pues se veía que estaba triste y Amanda sabía que con su amor, podía curarla.
Después de hacer todo el proceso de adopción y de encontrarse con los vecinos de Tony para recoger a la gatita, Amanda llevo a la pequeña a su casa y le dio la bienvenida, manifestandole con suaves palabras que en ella podía confiar.
La mujer entendía que la gatita había sufrido una perdida, por lo que no la presionaría, sólo quería que Chicken Little sintiera que ella estaba ahí para cuidarla y darle el amor y protección que merecía.
Luego de unas pocas semanas las dos eran muy amigas, la gatita se adaptó rápido a su nuevo hogar, parecía estar muy contenta de sentirse acompañada y acogida de nuevo.
Amanda, por su parte, también se sentía feliz de haber logrado que la minina confiará en ella y que se sintiera a salvo, no obstante, la mujer sentía que su gatita extrañaba a su antiguo papá y suponía, que él también a ella, por lo que se las ingenio para encontrar el asilo en el que Tony estaba internado.
Después de hacer unas cuantas averiguaciones con los vecinos de Tony, Amanda se acerco al ancianato y preguntó si era posible que una gatita visitará a su papá, aunque el personal fue bastante claro en manifestar que las reglas no lo permitían, decidieron mirar a otro lado y hacerse los que no sabían nada, pues quería que el reencuentro fuera posible.
Amanda, muy feliz, corrió de regreso a su casa y le contó la buena noticia a Chicken Little, posteriormente, la alisto a y la puso bien bonita, pues era un reencuentro especial.
La mujer muy emocionada entro en compañía de la gatita a la habitación de Tony, el hombre un poco desconcertado de lo que estaba pasando, pues no conocía a aquella mujer, se quedó quieto y callado, no obstante, su rostro cambió por completo cuando vio que del cargador que Amanda llevaba, salió su gatita.
Ella al principio se mostró un poco miedosa e insegura, pues no conocía el entorno en el que estaba, sin embargo, en cuanto vio a su papá, se emocionó mucho y corrió a saludarlo, se metió entre sus piernas maullando.
Ambos estaban muy felices con el reencuentro, tanto, que en pocos segundos estaban completamente acurrucados el uno con el otro. Parecían agradecerle a la vida por permitirles abrazarse una vez más.
La visita duro unas buenas horas, Amanada no tenía ningún afán, se sentía feliz de saber que estaba haciendo un bien, pues según le informaron los enfermeros, Tony no había vuelto a sonreír desde que estaba allí, pero gracias a su gatita, parecía ser que recobraba la alegría y la esperanza.
Luego de varios agradecimientos por parte de Tony, Amanda se retiró del lugar con Chicken Little, eso si, no se fue sin antes manifestarle a Tony, que volvería cada dos semanas, ya había hecho el acuerdo con los enfermeros, por lo que no eran simples palabras, era una promesa.
La promesa es llevarla cada dos semanas, esperamos que estas visitas mantengan su ánimo. Es fácil, pues incluso, el personal de enfermería y atención simplemente fingen que no la ven. – Finalizó Amanda a The Dodo.
Fuente: The Dodo.