Lo más hermoso de los perritos es que aunque jamás reciban amor, ellos están dispuestos a entregarlo sin límites.

La noche estaba helada, nevaba sin cesar y en algún punto de una vía canadiense el alma más pura del mundo esperaba por un milagro.

Se trataba de una perrita que en un acto increíble de sacrificio y amor se había quedado junto al camino protegiendo del frío a cinco gatitos muy pequeños, de unas pocas semanas de nacidos, color negrito, que no tenían mamá. Se desconoce si ese día fue el primero en que la perrita cuidó de esos gatitos o si ya venía desde antes protegiéndolos, pero el hecho es que, aquella noche si no hubiera sido por ella, los gatitos no hubieran visto un nuevo día nunca más.

El testigo de un hecho sobrecogedor.

Fue un hombre que iba conduciendo hacia su hogar quien de reojo y por un instante logró ver a la perrita acurrucada al lado del camino. Al principio no estaba seguro de lo que estaba viendo, detuvo su auto, regresó unos metros y corroboró que efectivamente se trataba de un ser vivo el que estaba en la orilla de la vía. Afinando su visión, en seguida determinó que era una perrita y ya la situación le rompió el corazón, porque, cómo era posible que hubiese un pobre animalito tiritando de frío acurrucado en la noche helada, perdido en un punto en medio de la nada? No obstante la situación estaba a instantes de ser más conmovedora aún.

Cuando el hombre se acercó lo suficiente a la perrita para que ella se percatara de su presencia y se moviera, se dio cuenta que no estaba sola, bajo su cuerpo, abrazados estaban cinco gatitos. No lo podía creer, esa dulce perrita estaba allí cuidando a unos cachorros que no eran suyos, y más aún, que ni siquiera eran de su misma especie. El hecho era profundamente conmovedor, pero al mismo tiempo tan maravilloso, un ejemplo de solidaridad y amor como nunca antes había visto.

Consintió la cabecita de la perrita, le hizo saber que no le haría daño ni a ella ni a sus cinco cachorros gatito, por el contrario, estaba allí para ayudarlos. Los metió en su auto y los llevó a su casa para que pasaran allí la noche. Un ángel que el cielo envió para ayudar a esos pobres peluditos.

Al día siguiente, los llevó al refugio Pet and Wildlife Rescue, donde al conocer su historia, recibieron con gusto a los animalitos, le dieron las gracias al hombre por haberse hecho cargo de ellos y haberlos auxiliados la noche anterior cuando los encontró en el camino.

Por ahora la perrita y los cinco gatitos se están quedando en el refugio, allí los van a cuidar muy bien mientras consiguen un hogar para toda la vida. La perrita no se despega aún de los cachorros, que alma tan bondadosa y noble, te amamos perrita.

Si quieres comunicarte con el refugio que se está haciendo cargo de los peluditos para apoyar su trabajo, puedes hacerlo mediante su perfil de Facebook: Pet and Wildlife Rescue.