¿Es tan difícil sentir empatía con un ser tan indefenso y sensible como este?
A las manos de Dulce Maria Iturriaga llegaron las fotos de una perrita que había sido rescatada luego de que alguien la encontrara en un contenedor de basura en México. La mujer, expresando la tristeza e indignación que sentimos todos los amantes de los animales ante acciones como esta, compartió las imágenes en su perfil de Facebook con el ánimo de conducir a una reflexión a las personas que vieran su publicación.
El efecto que Dulce Maria buscaba se logró, la publicación se hizo viral y millones de personas se conmovieron con la historia de esta preciosa perrita.
Estás fotos son de una perrita que alguien metió en una bolsa y la tiró a un contenedor de basura.Cómo puedes ver, es una cachorra, es un bebé de otra especie, pero es un bebé y alguien lo tiro cómo si fuera basura… viva dentro de una bolsa con nudo…Yo no la rescaté…Gracias a Dios alguien la sacó y la va a ayudar a conseguir hogar pero me sobrepasa la tristeza que proyecta en las fotos… ni siquiera levanta la carita
En éstos tiempos que la humanidad ha avanzado tanto en tecnología y que todo se puede adquirir con dinero, el ser humano va en decadencia… nos estamos deshumanizado y convirtiéndonos en monos sin sentimientos, sin empatía ni compasión.Subo estas fotos dedicadas especialmente a aquellos que salen con la tontería de que “LOS ANIMALES NO SIENTEN NI TIENEN SENTIMIENTOS”
Vean estas fotos, éste animal de apenas meses de nacido siente tristeza, le rompieron el corazón y le lastimaron el alma.Y si de casualidad el que la tiro lee esto:A ella la rescataron y tiene otra oportunidad, Ojalá tu tengas la oportunidad de rescatar tu Alma antes que se te acabe de podrir si no es que ya es muy tarde y estés todo podrido. – Escribió Dulce Maria Iturriaga en Facebook.
La tristeza de una perrita.
Son tres imágenes pero basta con verlas de reojo para darse cuenta de la infinita tristeza que expresa la perrita; no quiere levantar su cabecita, por más que le hablan, le hacen ruiditos para llamar su atención, ella no quiere despegar sus ojitos del suelo. Tiene unos poquitos meses de nacida, pero ya conoce lo que es el rechazo y el dolor. Un ser tan puro como un perrito, con el alma más noble que haya podido existir, un bebé, pasando por esa infinita tristeza, es de algún modo eso justo? No, no lo es.
No se sabe cuanto tiempo pasó la perrita dentro del contenedor, no se sabe cómo la trataron antes de botarla a la basura, pero a juzgar por su carita triste su comienzo en el mundo no ha sido para nada bueno. No obstante, una de las cosas que hace increíblemente valientes e inspiradores a los animales es su capacidad para perdonar, para volver a creer, para volver a confiar y, sobre todo, para dejar el pasado atrás, por lo que estamos llenos de esperanza en que esta dulce perrita pueda recuperarse de su tristeza y en un futuro, cuando reciba el trato amoroso que merece, poder mostrar su rostro feliz.
Un nuevo comienzo.
Según un usuario de Facebook, la perrita ya consiguió hogar, él compartió una foto indicando que una pareja de esposos había decidido abrirle la puerta de su hogar, para, a través del amor, reparar el corazón roto de este dulce animalito.
De ser cierto, esperamos que sea el comienzo de la vida más feliz que un perrito haya tenido, que su cabecita nunca más mire hacia el suelo, sino que sus brillantes ojitos vean, llenos de alegría, lo bonito que tiene la vida.