Este chico se lanzó a un río para salvar la vida de un osito salvaje


“Mi mente estaba pensando únicamente en llegar a ese oso tan rápido como pudiese, así que no pensé en los riesgos.”

Una familia de apellido Barkley, de Estados Unidos, tenía la costumbre de salir de pesca, esta era una actividad que disfrutaban como familia y que sentían los unía más.

Un día decidieron ir al río West Virginia, donde vivieron una experiencia única, llena de heroísmo, valentía y adrenalina, esa misma experiencia, sería la única oportunidad de vida que iba a tener un osito cachorro huérfano que por ser tan pequeño e inexperto, estuvo a punto de fallecer ahogado.

Un osito bebé solo en el mundo.

En los bosques aledaños al río West Virginia, habitaba una familia de osos compuesta por una mamá y su bebé de a penas meses de vida, la mamá se estaba dedicando a enseñarle a sobrevivir a su hijito, como cazar, que cazar, como esconderse de animales y personas que quisieran hacerles daño, donde encontrar refugio, entre otras.

Sin embargo, el bebé nunca aprendió a defenderse por si mismo, pero no porque él no pudiera aprender, sino porque los días junto a su madre fueron muy reducidos, pues su madre había sido capturada por cazadores y llevada muy lejos de su hijito.

Al pequeño le tocó comenzar a buscar las formas de sobrevivir por su cuenta, sin embargo, por la falta de experiencia no lograba conseguir comida, lo que lo llevo a pesar a penas diez kilos, lo que era muy poco para un ser vivo de su tamaño.

La falta de comida lo debilitó y lo volvió aún más vulnerable, lo que no era para nada favorable en un mundo salvaje.

Un día unos hombres lo estaban persiguiendo, él desconocía las razones por las cuales lo hacían, pero se asusto mucho, sobretodo por su experiencia pasada con los hombres que se llevaron a su mamá, por lo que se metió al río de aguas heladas buscando huir.

Sin embargo, él al ser tan pequeño y estar tan débil, la corriente lo sumergió, esta era muy fuerte y él no se pudo defender, dejando así, toda su cabecita metida en el agua. Si nadie lo ayudaba, en pocos segundos iba a perder su vida.

Un rescate entre las aguas.

Unos guardabosques del lugar donde vivía el oso, habían reportado a Point Of  View Farm, centro de rehabilitación de vida silvestre, que habían un osito bebé deambulando por los bosques y que además estaba aparentemente enfermo, pues rara vez lo veían comer,  los llamaron con el fin de ver si era posible que lo capturan y lo llevaran a cautiverio mientras se mejoraba y se le enseñaba a sobrevivir.

Curiosamente, los rescatistas y un veterinario del centro, decidieron ir al bosque el mismo día que la familia Barkley se encontraba de pesca.

Los rescatistas estaban haciendo una ronda por el bosque buscando al osito, como era de esperarse se toparon con la familia pescadora, pidiéndoles que si lo veían por favor les informarán, pues era muy urgente rescatarlo.

A los pocos minutos Elijah Barkley y su padre lo vieron a orillas del río, llamaron a los rescatistas y juntos comenzaron a acercase al animalito para ayudarlo, sin embargo, este se asustó mucho, se metió en el río y comenzó a sumergirse dentro del agua.

En ese momento Elijah sabía que debía hacer algo, un instinto de protección y de heroísmo lo llamaron, el sin dudarlo y sin decirle a nadie, se tiró al río para rescatar al pequeño osito.

Vi su cabeza caer bajo el agua y ahí fue cuando tomé la decisión instintiva de correr tras el oso. Mi mente estaba pensando únicamente en llegar a ese oso tan rápido como pudiese, así que no pensé en los riesgos. – Comentó Elijah a The Dodo.

Después de nadar por varios segundos y ya estando en frente del animalito, Elijah lo cogió de la nuca y lo arrastró a la orilla.

Allí el veterinario que se encontraba acompañando a los rescatistas y al director de la organización Joel Rosenthal, lo estabilizó, pues el cachorro aparentemente estaba sin vida, sin embargo, a los pocos minutos empezó a reaccionar, eso si, se veía congelado, por lo que lo llevaron a la camioneta de Joel para abrigarlo y ponerlo a salvo.

Todo mejoró para el bebé oso.

Joel nombró al osito William, en referencia al río, lo llevó a su refugio y lo puso en un corralito que le permitiría  estar cómodo. El fin es hacerlo subir de peso, recuperarlo y enseñarle a defenderse por si mismo en el bosque, para luego, en unos meses, liberarlo en su hábitat natural pero teniendo la seguridad de que esta vez podrá sobrevivir.

Joel afirma que el oso estaba muy delgado y que no lograba mantenerse en pie debido a la falta de comida, pero que con los días comenzó a comer y poco a poco se empieza a recuperar su estabilidad física pero también emocional, pues él parece entender que lo están ayudando y que pronto se va a sentir mejor.

Si deseas donar recursos o apoyar de alguna manera  la labor que hace Pont Of View Farm puedes contactarlos directamente en su sitio web o en su Facebook.

Fuente: ElijahBarkley, PointOfViewFarmInc, The Dodo.