Estos pajaritos escaparon de sus jaulas e intentaron liberar a todas las aves de su barrio

Estos pajaritos escaparon de sus jaulas e intentaron liberar a todas las aves de su barrio

No hay bien más preciado que la libertad.

Son tres los protagonistas de esta intrépida y divertida historia, que relata las aventuras de un trio de loros de especie Agapornis. Estas aves son conocidas por ser realmente amorosas e inseparables con sus parejas, sin embargo, hay algo aún más a sombroso… su inteligencia.

Tres valientes mosqueteros luchando por la preservación de su especie.

Dejando muy en alto las características de su especie y reforzando el pensamiento que se tiene de ellas, estos tres loros Agapornis realizaron una acción que dejó perpleja a una internauta, quien tiene en su casa un ejemplar de esta ave.

Resulta que un día, la mujer vio cómo tres aves se acercaron aparentemente para visitar a su hijo emplumado y como pensó que se habían escapado de alguna casa, como acto de recibimiento les ofreció un poco de agua y comida. Luego de un rato pensando en sus preocupadas familias, decidió preguntar en sus redes sociales si alguien había perdido tres loritos, no obstante, las respuestas que obtuvo la dejaron bastante asombrada.

Un increíble modus operandi.

La actuación de los loritos sorprendió un poco más a la mujer, poco estaban interesados en la comida e incluso iban y venían por el vecindario como si estuvieran planeando algo. Ciertamente era así y estaban por darse cuenta de ello, gracias a los comentarios de la personas en la publicación de Twitter.

@nouledgecos

Según la información recopilada por la joven, los tres loritos llevaban un mes frecuentado su vecindario con unas serias intenciones, liberar de las jaulas a cuantas aves pudieran en sus visitas. Al parecer esperaban a que los humanos se distrajeran para posteriormente con su pico abrir las cerraduras de las pajareras y tanto fue conocido su modus operandi, que ya los llamaban “El escuadron de liberación

Poco a poco los tres se fueron haciendo más conocidos en el barrio, incluso una mujer llamada Charo los alimenta a menudo y ha descubierto que además de venir a liberar a sus amigos, les gusta explorar sus alrededores.

A la fecha no se sabe si estos tres intrépidos rescatistas han podido liberar o no alguno de sus parientes lejanos, pero esperamos que sí, pues la naturaleza de los animales es en su hábitat natural y no en jaulas.

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