Hay historias con final feliz, ésta no es una de ellas.
Éste es el tipo de historias que me cuesta escribir porque no tienen un final feliz, que nos enfrentan irremediablemente con la realidad de que la mayoría de los animalitos mueren en el anonimato sin que la suerte de un rescate jamás les sonriera en sus dramáticas vidas.
La triste historia de un perrito cuya ayuda llegó demasiado tarde.
El vídeo fue grabado por una persona que transitaba por una calle cuando vio a un hombre que intentaba ayudar a un perrito atrapado entre los barrotes de una reja, sin vacilar, se acercó a sumar su esfuerzo, ubicó su celular en la acera para poder grabar el rescate que en un principio pensó, iba a ser exitoso. Cabe resaltar que el vídeo que verás fue luego editado con la voz del señor, quien narra el desarrollo de los acontecimientos que tuvieron lugar, no se trata de una persona que está grabando y hablando al mismo tiempo sin ayudar al perrito.
Una vez se acercó al animalito, se dio cuenta que las cosas no iban a ser tan fáciles, pues el perrito pesaba mucho, era de talla grande y no había manera de sacarlo a través de los barrotes. Notó que estaba sufriendo muchísimo dolor y por lo mismo debía llevar un buen rato allí, era evidente que se había hecho mucho daño tratando de liberarse.
Debido a su ejemplo de ayuda, otra persona más se acercó a hacer lo posible por sacar de allí al pobre perrito. Los tres hombres al darse cuenta que no podrían hacerlo atravesando la reja, optaron por cortarla. Lo primero era quitar el barrote transversal para aliviar al perrito de su propio peso y ellos mismo poder acceder a él con más facilidad, luego procedieron a cortar uno de los barrotes verticales que lo aprisionaban.
Para cuando el trabajo estuvo culminado, lamentablemente el perrito ya había fallecido, muy seguramente debido a los daños internos sufridos mientras intentó liberarse.
Aunque el perrito no sobrevivió es de aplaudir las acciones de las personas que intentaron ayudarlo, no fueron indiferentes y su ejemplo es una inspiración para que siempre hagamos todo lo que esté a nuestro alcance para evitar que otros animalitos corran con la misma suerte.
Recuerda que sólo a través de la conciencia es que las cosas pueden cambiar, pues el origen del sufrimiento y desgracia de los animales radica en el abandono y la incapacidad del ser humano por asumir su responsabilidad frente a ellos.