Una historia de amor llega a su fin, pareja de leones vivieron juntos y juntos murieron

Sus cuidadores sabían lo difícil que sería para uno vivir sin el otro y como los dos ya estaban muy viejitos les aplicaron la eutanasia juntos.

Una de las especies más privadas de su libertad es la que, por años, ha sido reconocida como Rey de la selva, los leones. Lejos de su hábitat natural y de las espesas planicies africanas, miles de ellos nacen y crecen en cautividad dentro de zoológicos o, peor aún, lugares de entretenimiento para los humanos.

Su imponente figura de mando que los ha llevado a ser considerados como los felinos mayores cambia en estos lugares, así como su vida amorosa.

 

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Mientras en la sabana los leones machos imponen su poderío mediante actos de muestra de virilidad ante las bellas leonas de su manada, en cautiverio las cosas cambian: se recurre a la monogamia por la falta de ejemplares y se forman vínculos muy estrechos que pueden llegar a ser vistos por los humanos como una muestra de amor verdadero. Este es el caso de Hubert y Kalisa, dos leones que después de seis años juntos, se fueron de este mundo con la misma cercanía que caracterizó su relación.

“No se puede pensar en uno sin la compañía del otro.”

Hubert y Kalisa nacieron en cautiverio, pero sin tener idea de que algún día se cruzarían sus caminos. Mientras que la hembra fue traída al mundo en diciembre de 1998 dentro del Zoológico de Oklahoma City, Hubert lo hizo en febrero de 1999 en el Lincoln Park Zoo de Chicago.

Con dos meses de diferencia, vivieron la etapa temprana de su vida en sus lugares de origen, incluso, Hubert llegó a tener 10 cachorros a lo largo de ese tiempo, sin embargo, todo cambió cuando fueron trasladados juntos al Woodland Park en Seattle, donde tuvieron la suerte de conocerse. Unos meses más tarde, en 2014, se mudaron al lugar que sería su residencia permanente hasta hace unos cuantos días: el Zoológico de los Ángeles.

 

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Desde ese momento, tuvieron una conexión muy fuerte que era visible por medio de sus gestos y caricias frente al personal del lugar y los visitantes. Aunque no tuvieron hijos durante sus seis años como pareja, muchos están convencidos de su amor como la razón principal para su larga vida, pues, los leones en cautiverio solo llegan a vivir un máximo de 17 años y ellos lograron alcanzar los 21 con una dieta de besos, caricias y muchos lengüetazos.

Hora de decir adiós.

Aunque Hubert, Kalisa y su gran amor fueron, durante mucho tiempo, la principal atracción en el Zoológico de la ciudad de Los Ángeles, desde hace un par de meses los empleados empezaron a notar varias dolencias en cada uno de ellos relacionadas con su avanzada edad y, aunque saben que hubieran podido permanecer un tiempo más con vida, prefirieron aliviar sus dolores y despedirlos de la manera que se lo merecían: juntos, como la entrañable pareja que siempre fueron.

Estos leones eran carismáticos, juntos como socios y por separado, pero casi nunca estaban separados el uno del otro. Su atención absoluta siempre estaba en el otro mientras descansaban juntos, acurrucados y acariciados a menudo. –Dijo Beth Schaefer, directora del programa de animales del Zoológico, a LA Times.

 

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Fue así como el pasado jueves 30 de julio, el lugar organizó la eutanasia de los hermosos leones que llenaron de anécdotas y recuerdos el zoológico, siendo la muestra perfecta de la compañía y el amor incondicional para los demás. Con sentida tristeza los despidieron y recordaron su afecto, afirmando que no tenían memorias de ninguno de los dos sin el otro en sus largos años de convivencia.

Tal vez este sí es un ejemplo para mostrarnos cómo debe ser el amor: fuerte y hasta el final de los días.

Fuentes: Los Ángeles Zoo, LA Times.