Los animales son como los criamos.
El lindo protagonista de esta historia se llama Charlie y fue rescatado por su mamá Elizabeth Houston, dos años atrás. A lo largo del tiempo su familia humana se ha dado cuenta que es un peludito muy tierno y amigable con quienes lo rodean e incluso con animales con los que poco se relaciona.
Un héroe en todo el sentido de la palabra.
Hace poco, Charlie tuvo la fortuna de demostrarle a su mamá nuevamente el gran corazón que tiene, pues un pájarito tuvo la desventura de golpearse con uno de los vidrios de las ventanas de su hogar y al chocar cayó levemente herido en el suelo. Al ver la escena, el perrito actuó de inmediato y como pudo trató de darle los primeros auxilios al ave.
El pequeño emplumado estaba inconsciente y no se movía, por lo que el perrito lo tomó en su hocico y lo llevó con quien él considera estaría a salvo: su mamá Elizabeth. La mujer cuidó del pajarito en sus piernas mientras lo consentía suavemente esperando a que despertara, pero como era de esperarse, su rescatista Charlie y su hermanito de aventuras perrunas Boston, estuvieron a su lado esperando a saber qué pasaba con el animalito.
Él y mi Boston nos vigilaron de cerca a mí y al pájaro todo el tiempo – Contó Elizabeth Houston a the Dodo.
Una oportunidad de vida gracias a un ser inigualable.
Al cabo de unos minutos, el pájarito recobró los sentidos y se encontró haciendo su sonido particular, algo que para el peludito rescatista fue realmente asombroso, pues sus ojitos muy abiertos y sus orejitas alertas dieron fe de ello.
La expresión del rostro de Charlie no tiene precio – Dijo Elizabeth Houston al sitio web.
Aunque no sabemos qué pasó por su mente en ese instante, estamos seguros de que se sintió feliz por la buena acción que realizó y es que de no ser por su ayuda, el pajarito hubiera tenido un futuro bastante incierto.
Luego de que Elizabeth se dio cuenta que el amigo emplumado estaba en mejores condiciones, la mujer se dirigió a su patio trasero en compañía de sus dos hijos perrunos para dejarlo en libertad, los tres vieron felices de haberlo ayudado, cómo el ave surcó los aires.
Una vez más, un ejemplar de esta raza nos enseña lo equivocados que estamos cuando hablamos de su supuesta personalidad agresiva y es que si bien, muchos no son sociables, esto se debe a lo que les han enseñado a lo largo de sus vidas, pues ellos nacen siendo seres inocentes y amorosos que tristemente a veces se cruzan con personas malintencionadas.
Fuente: Elizabeth Houston, The Dodo.