No solo le da comidita, le da muchos cariñitos.
Fidelizar un cliente a nuestros productos o servicios es una tarea compleja que ha sabido llevar a cabo muy bien Dulci Barbosa como propietaria de un negocio de café en Brasil, pues desde hace un año, la mujer recibe ininterrumpidamente la visita de una especial comensal de cuatro patitas a quien ella atiende con todo el amor del mundo.
Alguien visitó el lugar indicado.
En los primeros días, Dulci y la perrita callejera a la que llamó Deneres, afianzaron su relación vendedor-cliente, sin embargo, a los pocos días de que la mujer le proporcionara a la peludita una deliciosa porción de comida, se hicieron las mejores amigas. Deneres, fue mostrando su linda personalidad y fue imposible que su amiga humana no se enamorara de ella.
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Diariamente y sin falta, Dulci recibió la visita de la perrita quien siempre llegó muy feliz y educadamente por el alimento que la amante de los animales le tenía guardado. No obstante, cuando la mujer fue obligada a cerrar su restaurante por la cuarentena obligatoria, la amistad de estas dos cómplices siguió su curso como de costumbre.
Una amistad para toda la vida.
Contrariamente a lo que hubieran pensado muchos, Dulci, no se desentendió de la obligación que había adquirido tiempo atrás con Deneres y pese a que no podía llevarla consigo a casa, porque allí viven sus tres perritos adoptados, ella tomó la mejor decisión para su bienestar. Diariamente y sin falta, la mujer visitó su establecimiento para alimentar a la perrita, pues sin dueños y sin que ella estuviera cuidándola, pasaría la callejerita, un muy mal rato.
Ella nunca pasó hambre. Yo era la única persona con la que podía contar – Dijo Dulci Barbosa a The Dodo.
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La visita a su café se convirtió en una corta cita diaria a la que ambas asistieron durante un tiempo alegremente, estaban separadas de cuerpo, pero no de corazón, por suerte eso no duró mucho.
Después de cinco meses, Dulci, pudo hacer la reapertura de su establecimiento comercial y hubo un peludita clienta, que lo celebró con un tierno meneo de cola y una mirada que decía te extrañé mucho, mejor amiga.
En un video publicado por la mujer, se ve a la perrita corriendo a saludarla y por supuesto a agradecerle por estar nuevamente allí.
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Una noticia que cambia vidas.
En medio del reencuentro, los cambios en el cuerpo de Deneres eran evidentes, pues todo parecía indicar que durante el tiempo que no habían convivido de pie asiento, la perrita se había convertido en mamá y estaba amamantando a sus cachorros.
La amistad entre las dos ya era bastante fiable, por lo que la perrita decidió presentarle sus bebés a su amiga, quizás con la intención de que pudiera ayudarlos como lo estaba haciendo con ella.
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Sus intenciones estuvieron bien encaminadas, pues cuando Dulci vio a los cachorritos, se enamoró completamente de ellos e inició una campaña de adopción, pensando en que no podían seguir en condición de calle. Mientras los visitaba a diario y los alimentaba, la joven compartió la historia de la peludita familia por medio de su redes sociales y fue gracias a estas, que los siete perritos encontraron un hogar definitivo.
Ahora todos se encuentran viviendo una vida completamente feliz, mientras que Deneres, espera al lado de su mejor amiga por una familia que también quiera adoptarla y darle los cuidados necesarios.
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Siempre que alguien llega a nuestra vida, debemos ver la manera de aportar positivamente en ella y más si es un animalito, de esta manera les ayudamos y de seguro nos sentiremos mejores seres humanos.
Fuente: Dulci Barbosa, The Dodo.