En la iglesia no pueden estar más felices con este entusiasta feligrés y le han tomado muchísimo cariño.
Un día llegó a la iglesia de Olimpia en Brasil un callejerito de color blanco con negro buscando refugió. De alguna manera supo que el sagrado recinto podía ser un buen lugar para estar sin recibir el doloroso rechazo que tantas veces le habían manifestado a través de gritos y amenazas en otros lugares.
Afortunadamente allí lo acogieron con compasión, acorde a las enseñanzas que sus líderes predican a diario, en una de las religiones con más seguidores del mundo.
Un buen amigo se cruza en el camino de este callejerito.
Afortunadamente, la iglesia a la que llegó este angelito de cuatro patas está dirigida por Ivanaldo Mendonça, un sacerdote con suficiente amor en su corazón para albergar compasión por los animales, seres que a menudo son despreciados, tomando como ejemplo las enseñanzas de San Francisco de Asis el santo reconocido ampliamente por su amor incondicional hacia los animalitos.
Él al verlo, le permitió permanecer en su misa y luego le brindó algo de alimento y agua. El perrito no se quiso volver a ir y a partir de ese momento puntualmente ha asistido a todas las misas que el sacerdote a celebrado a diario.
Todo gesto de respeto nos hace bien, un animal le hace bien al ser humano. Dios se vale de muchas maneras para hablarnos, y a través de este perrito lo hace. – Manifestó el clérigo.
El cura Ivanaldo Mendonça nombró al perrito Dewey.
El callejerito se vuelve viral.
Un día mientras el cura daba la misa, un periodista llamado Leonardo Concon, atónito vio como el dulce perrito se acomodaba en el corredor, justo delante del altar y como si entendiera cada palabra que el eclesiástico decía, lo seguía con la mirada y latía su colita.
El perrito permaneció muy juicioso durante toda la ceremonia.
El periodista no resistió la tentación de registrar el inusual evento y grabó al lindo perrito recibiendo la misa, mira el vídeo a continuación:
Después de compartirlo en su perfil de Facebook, el vídeo fue compartido cientos de veces y recibió comentarios de muchos católicos del mundo entero.
Todos los animalitos merecen un hogar donde estar bien y ser amados, pero no siempre tiene que ser el convencional, todo lugar donde los traten con respeto está más que bien para ellos. Agradecemos al sacerdote Ivanaldo Mendonça por acoger a este callejerito en su Iglesia.
Fuente: Leonardo Concon.