Este perrito no se quería ir de este mundo, aún tenía la esperanza de poder ser feliz.
El nombre de este hermoso perrito de color mostaza es Robin y fue encontrado por un refugio animalista deambulando por las calles, pero lo que llamó la atención de los trabajadores fue su extraña forma de caminar. En el primer acercamiento entre el peludito y los rescatistas, ellos se pudieron dar cuenta que el animalito tenía una de sus patitas delanteras seriamente lastimada, a eso se debía su dificultad de movilizarse.
Solo encontraron una alternativa.
De inmediato decidieron llevar al refugio al callejerito, pero no para ser ayudado de la forma en que todos pensamos, pues en ocasiones las dificultades económicas de las organizaciones no alcanzan para tantos animalitos y en este caso la solución fue aplicarle la eutanasia.
El destino de Robin ya estaba trazado, pero justo cuando el medicamento estaba siendo alistado para aplicarlo en el perrito, llegó la organización animalista Vet Ranch, una fundación que ayuda y protege la vida de los animalitos sobre todas las cosas. Salvado de su trágico final, el cachorrito se fue con sus nuevos rescatistas y allí empezaron a trabajar en su condición de salud.

La encargada de atender a Robin fue la doctora Kerry, quien con mucho profesionalismo revisó al perrito desde la cola hasta sus ojitos. En medio de las exámenes encontró varias afectaciones que podían ser tratadas rápidamente, sin embargo, la que mas le preocupaba era lo relacionado con su manita derecha.
Agradecimiento en forma de besos y abrazos.
Luego de que Kerry le hiciera una radiografía de rayos X a Robin, la mujer se dio cuenta de qué la afectación se trataba de una lesión antigua que había cicatrizado mal, pero aunque la recuperación sería un poco lenta y quizás costosa, la doctora decidió apostar por el bienestar del peludito.

Fueron semanas de terapias, medicamentos y muchos cuidados, pero luego de que el animalito empezó a mostrar mejoría, todos supieron que su afectación estaba resuelta. Robin se sanó de su patita gracias a que Kerry y su equipo de trabajo le dieron una segunda oportunidad, por eso cuando la mujer se dispuso a hacer la última revisión de su extremidad y posteriormente le indicó al perrito que todo estaba perfecto y podía volver a caminar, este le agradeció con un sincero abrazo.

Robin se recostó contra la mujer y con un peludito abrazo le hizo saber cuanto la amaba y agradecía, no solo por salvarle la patita, sino también su vida cuando nadie apostó por ella.
Tras otras semanas de recuperación, Robin fue dado de alta y entró al grupo de perritos adoptables, Terry quería que el perrito tuviera una familia y eso le ayudó a conseguir una.
¡Conoce a Robin! Estaba programado para ser sacrificado debido a una presunta lesión en la pierna. ¡Resulta que no había mucho que un poco de tiempo no pudiera arreglar! ¡Pudimos arreglarlo con un poco de atención veterinaria estándar y ahora está listo para un hogar para siempre! – Explico la Doctora Terry en el canal de YouTube de Vet Ranch.

Ya sano, castrado y feliz, Robin quien es un cachorro joven consiguió un magnifico hogar y aunque siempre recordará a la mujer que lo ayudó en su vida, está muy alegre de hacer parte de una verdadera familia.
No nos cansaremos de agradecer la labor de las organizaciones animalistas, gracias por todo lo que hacen por los animalitos y por cuidarlos y quererlos cuando personas inhumanas deciden no hacerlo.
En el siguiente video puedes ver la historia en imágenes.
Fuente: Vet Ranch.