La desesperada salida que encontró una mujer que amaba con todo su corazón a su perrita.
Un transeúnte en un barrio residencial de Wisconsin iba caminando por la acera cuando unos metros más adelante vio a una preciosa perrita de tamaño medio y color cafecito, atada a un hidrante, la situación le pareció inusual, por lo que se acercó y comenzó a mirar a los alrededores para ver si veía al dueño, fue entonces cuando se percató de que en el suelo, al lado de la dulce perrita, había una maleta, al principio no la quiso tocar porque estaba convencido de que el dueño del animalito estaba cerca y tan solo la había dejado allí por un momento, decidió quedarse a acompañar a la peludita hasta que el dueño regresara para evitar que alguien, tal vez, la desatara y se la llevara.
Lamentablemente, pasó más de una hora y nadie se acercó a reclamar al animalito. El hombre confirmó sus peores sospechas, la perrita había sido abandonada. Buscó entre la maleta que estaba al lado y efectivamente encontró una triste nota.
El papelito no decía mucho, simplemente que la dueña de la perrita ya no la podía tener consigo y que esperaba que alguien bondadoso le ofreciera un nuevo hogar. También informó que la peludita se llamaba Baby Girl y que tenía seis años, una edad considerable para un perrito.
El sujeto, no vio otra opción que llevarla al refugio de Wisconsin Humane Society, donde, sin presentar ninguna objeción, recibieron a la perrita de inmediato.
Sin juicios, ni prejuicios.
Dada su amplia experiencia en rescates y adopciones, el refugio entendió rápidamente que este no era un caso de abandono por indiferencia o por falta de compromiso, el cariño del dueño hacia la perrita era notable. Primero que todo, el animalito estaba en buen estado de salud, limpia, sin heridas, gordita y no mostraba ningún signo de hostilidad, prueba fehaciente de que no había sido maltratada; también el cuidado que había empleado el dueño en empacar sus cositas: las galletas cerradas en un frasco, la comidita muy bien conservada, su taza de agua llena, sus juguetes, daban fe de su gran afecto. Por otro lado, haberla dejado bien atada, para que no se perdiera o sufriera un accidente, así como dejarla en un barrio de familias, en una calle muy transitada, dejaban entrever que había preocupación porque Baby Girl no pasara mucho tiempo amarrada al hidrante y que finalmente quedara en manos de una buena familia.
Por ello, el refugio, decidió subir el caso de la perrita a sus redes sociales con una nota dirigida al dueño, con el fin de que supiera que el animalito ya estaba en buenas manos y que ellos la cuidarían y le conseguirían un buen hogar, tal vez, si muchas personas compartían la publicación, el mensaje llegaría a su destinatario.
Esto fue lo que escribieron:
Es posible que hayas visto esta foto reciente de un perro atado a una boca de incendios en Green Bay y entendemos que evoca una fuerte respuesta emocional. Actualmente está bajo nuestro cuidado y le está yendo muy bien. A medida que su historia gana atención a nivel local y más allá, queríamos tomarnos un momento para dirigirnos directamente al propietario anterior de Baby Girl:
En primer lugar, lamentamos mucho que hayas tenido que separarte de tu mejor amigo. Es evidente cuánto la amabas y podemos ver que hiciste lo mejor que pudiste mientras luchabas con tus propios problemas médicos y desafíos de la vida. Vemos tu amor en la bolsa que cuidadosamente empacaste con todas sus cosas favoritas. Vemos tu amor en la forma en que aseguraste su correa para que no la atropellara un auto. Vemos tu amor en la forma en que la colocaste en medio de un vecindario donde la encontrarían rápidamente. Vemos tu amor en lo feliz y saludable que se ve Baby Girl. Y vemos tu amor en la nota que dejaste, suplicando que alguien la ayudara cuando tu ya no podías hacerlo.
Si bien nunca permitiremos que los trámites sean una barrera y agradecemos las entregas anónimas, vemos que hiciste lo que pensaste que era mejor para tu amado cachorro y estamos agradecidos por tu compasión. Ten la seguridad de que está a salvo, está recibiendo mucha atención de nuestro equipo y está en camino de encontrar a su próxima familia amorosa muy pronto. Te deseamos todo lo mejor y esperamos que si ves esto, puedas descansar un poco más tranquilo sabiendo que tu bebé tiene un futuro brillante por delante.
No se equivocaron, la publicación se hizo viral en cuestión de horas; su trabajo estaba hecho, ahora tendrían que esperar a ver si alguien se comunicaba para reportarse como el dueño, por ahora, se enfocarían en cuidar de Baby Girl, quien estaba notablemente triste y hacerle exhaustivos exámenes de salud, para ver como se encontraba su organismo.
Conseguirle hogar a Baby Girl es como subir el Monte Everest en puntillas.
Los resultados no fueron buenos, pues hallaron que tenía diabetes, descubrimiento que reforzaba el perfil que ellos habían trazado del dueño, pues esta es una enfermedad muy costosa y que requiere de muchas atenciones para ser tratada, además de que es crónica, es decir, que le va a durar para el resto de la vida. Es posible que el dueño de la perrita no tuviera el dinero para costear la enfermedad y por eso haya decidido dejarla con una familia de mayor capacidad económica.
La condición de Baby Girl representaba un nuevo reto para el refugio a la hora de conseguirle un hogar, pues de entrada, aunque la perrita era un amor, muy dulce, cariñosa y juguetona, no sería nada fácil encontrar alguien dispuesto a adoptar a un peludito de más de seis años, ahora, con una enfermedad crónica costosa y exigente, encontrar el hogar ideal sería como buscar una aguja en un pajar. Sin embargo, ellos son guerreros ya curtidos en mil batallas y saben que lo último que se debe perder es la esperanza.
Entonces, justo en medio del proceso de preparación de Baby Girl para que encuentre un hogar que la pueda cuidar y hacer feliz, entró la llamada que sus cuidadores esperaban.
La más dura de las decisiones.
Se trataba de la dueña de la perrita, por fin, quien había estado detrás de la nota inicial, salía del anonimato y nos conmovía profundamente a todos con su historia. Era una mujer que había sido expulsada recientemente de su casa por impago de servicios públicos, hipotecas y demás; un ser humano que, de un día para otro, se vio en las calles, sola con su perrita, el amor de su vida. Para hacer aún más trágica la situación, la señora sufre de cáncer y está siendo tratada, pero las largas horas que tiene que pasar constantemente en el hospital recibiendo quimioterapia, le hacían imposible cuidar bien de Baby Girl, a quien tenía que dejar solita en la calle porque el centro de salud no le permitía su ingreso. Eso sin hablar de que le era imposible atender, en dichas condiciones, la enfermedad de su perrita.
Ella le contó al personal del refugio que siempre había cuidado bien de Baby Girl, que la amaba con todo su corazón y que ese día que decidió dejarla atada al hidrante fue el día más duro y triste de su vida, pues en lo absoluto quería deshacerse de su peludita, ella hubiera querido permanecer junto a su bebé para el resto de sus días, pero no podría perdonarse verla sufrir porque ella no podía pagar un hogar donde pudieran vivir, ni tampoco podría comprar las inyecciones de insulina que la perrita necesitaba a diario para sobrevivir; esa mujer estaba dispuesta a arrancarse el corazón y dejar a su perrita atrás solo para darle la oportunidad de vivir un futuro que ella ya no le podía ofrecer.
Solo imaginarme lo que la mujer debió sentir hace que mis ojos se llenen de lágrimas, nadie, absolutamente nadie, debería pasar por una situación así.
Entre llantos, la mujer también les agradeció profundamente que estuvieran cuidando de su perrita, les dijo que ella primero intentó dejarla en el refugio pero que le dieron cita para dentro de doce días, lo que le hacía imposible contemplar esa opción, pues cuando se vive en las calles, ese tiempo parece una eternidad. Les pidió que por favor fueran muy cariñosos con Baby Girl, pues sabía que debía estar pasando por un dolor gigante, pues la perrita era muy apegada a ella y seguramente tenía el corazón roto por la separación.
Estas fueron algunas de sus palabras:
Fue lo peor, fue lo más difícil que he hecho en mi vida. Cuando la até en el hidrante, solo vi su rostro y estaba como: mamá, qué?, qué?, qué está pasando aquí? Ella era mi vida, pero sé que estará en un lugar mejor. Lo sé. Espero que encuentre una familia fantástica. Se lo merece. Expresó la mujer en una entrevista a CNN.
Después de la tormenta llega la calma.
Aunque la separación de Baby Girl y su dueña nos parte el corazón, de todo lo ocurrido han salido algunas cosas positivas. Por un lado, la perrita además de estar bajo la amorosa protección del refugio y no en las calles, ha recibido algunas solicitudes de adopción dado el amplio rango de difusión que ha tenido su historia; por otro, la dueña de la peludita también ha recibido ayuda en forma de donaciones de parte de muchas personas que están muy conmovidas con su situación personal y financiera, ayudas que le permitirán, al menos por un tiempo, pagar un lugar donde vivir, ocuparse de su alimentación y asistir con regularidad a sus terapias para afrontar el cáncer.
Esperamos que ambas, perrita y señora, tengan un final feliz, y aunque ya no podrán continuar el camino juntas, sabemos que siempre en sus corazones se amarán y desearán que la otra, sea donde sea que se encuentre, esté bien y feliz.
Si resides en Wisconsin y quieres darle un hogar a Baby Girl, puedes hacer la solicitud de adopción en el siguiente enlace: Wisconsin Humane Society. Recuerda que también puedes hacer una donación para apoyar el trabajo que hace el refugio por los animales de su localidad.
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