Reino Unido da un paso, el 6 de abril de 2020 los perros y gatos dejarán de ser un producto.
Durante años políticos, ciudadanos, celebridades y organizaciones de defensa de los derechos de los animales han luchado para que esta ley sea aprobada, pues bien saben que es un logro importante y un paso hacia adelante en la misión de cambiar la lamentable condición actual en la que viven los animales del mundo entero.
Hoy todos unidos podemos celebrar que los esfuerzos de estas personas dieron sus frutos y la Ley Lucy ahora es un hecho.
¿En qué cosiste la Ley Lucy?
La ley fue bautizada con este nombre en memoria de una perrita cuyo caso salió a la luz y conmovió a miles de corazones en Gran Bretaña, evidenciando las horribles condiciones en que están los animales en los criaderos, o como se los ha empezado a llamar para ilustrar lo que en realidad son, fabricas de animales.
La norma prohíbe por completo la actividad de hacer que un animalito sea tenido con el propósito de que de a luz vez tras vez a sus crías para estas ser vendidas a las tiendas de mascotas.
Cabe aclarar que la Ley no prohíbe la venta de animales en las tiendas de mascotas pero estas sólo podrán vender aquellos cachorros que ellos mismos hayan criado y no comprarlos a las fabricas cuya línea de producción abusa de los animales para lograr ser más efectivos, competitivos y simplemente ganar más dinero.
Es decir, si tu tienes tu perrita y esta da crías no es ilegal vender los cachorros, la Ley sólo regula la sobre-explotación de los criaderos.
La Ley Lucy entrará en vigencia a partir del próximo año, más precisamente el 6 de abril de 2020, dándole así a los criaderos el suficiente tiempo para ajustarse a la nueva normativa, por lo cual en Inglaterra, Escocia, Gales e Irlanda del Norte ya no habrá más fabricas de animales.
¿A nivel social cuál es el impacto de la Ley Lucy?
El impacto es muy importante en varios aspectos.
En primer lugar los animalitos del Reino Unido serán liberados de este flagelo y como pionero, el país podrá ponerse como referente para que otros países imiten la iniciativa y desarrollen leyes similares en otras latitudes del mundo.
En segundo lugar, la Ley conscientizará a las personas que todavía cosifican a los animales, avanzando en el reconocimiento de su estatus de seres sintientes y no de objetos, los cuales jamás deberían ser tratados como mercancía.
Y finalmente el impactar a ese punto la industria de la venta de perros y gatos le permitirá a los refugios desarrollar mejor su actividad de rescatar animales sin hogar para que sean adoptados por aquellas familias que en otro momento tal vez hubieran preferido ir a comprar un animal.
Aplaudimos, llenos de alegría, al Reino Unido por este significativo e importante paso para construir un mundo mejor para todos los peluditos.
Fuente: BBC.