Los gatos son muy desconfiados pero su sexto sentido le dijo que entraba a la casa correcta.
Una noche en la ciudad de California, un hombre llamado Vicent fue testigo de la nobleza, protección y entrega de un madre, una mamá muy peludita, de tamaño chiquito y con pocas posibilidades para sacar adelante a sus bebés, sin embargo, una madre tan perseverante y amorosa, que no se rendía, sólo se centraba en buscar las maneras de poder poner a salvo a sus chiquitos.
Una gatita de nombre Tala, ingresó a una casa por un pequeño agujero para pedir permiso de resguardarse allí junto a sus bebés, pues la calle estaba muy fría y peligrosa.
Tola necesitaba proteger a sus bebés de la fría calle.
La gatita entro por una mini puerta que correspondía a la puerta de ingreso y de salida del perrito chihuhua que vivía en la casa. Ella entró sigilosamente, con un poco de prevención y miedo pero sabiendo que lo debía intentar por sus bebés.
La peludita lo primero que hizo fue dejar a salvo a los bebés, por lo que los dejo en un sitio seguro y escondidos afuera en la calle, después entró y se dirigió al que parecía el dueño de la casa, es decir, a Vicent.
Con un par de maullidos, unas restregaditas sobre sus piernas y con una mirada tierna y necesitada, le preguntó, no con palabras, sino con los ojitos que reflejaban su alma, si podía quedarse allí al menos para poder pasar la noche.
Cuando la gatita sintió la aprobación del hombre, que fue justo después de que él le organizará una camita, ella salió de nuevo de la casa y a los pocos minutos, volvió con un gatito bebé.
A este lo dejó encima de la camita improvisada que le había hecho el hombre y después se dirigió hacia él esperando su aprobación, cuando el hombre se dio cuenta de lo que estaba pasando, no tuvo ni el más minino problema, solo le sonrió y le dio una caricia en la cabecita, lo que hizo que ella se sintiera segura, así que salió de nuevo de la casa y regresó con otro de sus bebés.
Y así lo hizo una y otra vez hasta llevar a sus cinco bebés.
Vicent se sentía feliz de ayudar a la numerosa pero pequeña familia, pues los bebés tenían menos de dos meses y se notaba que habían pasado por muchas dificultades.
Lo que la mamá gata estaba haciendo era claro, estaba buscando ayuda, en la calle carecía de comida y de refugio, ella aunque era joven, había vivido varios meses en la calle y conocía de los peligros que en ella había, por lo que estaba muy angustiada y ansiosa por poder proteger a sus bebés y que a estos no les pasará nada malo.
La única preocupación que tenía Vicent con respecto a la labor que estaba haciendo, era la reacción que iba a tener su perrito Chihuahua.
Sin embargo, al día siguiente, cuando el hombre le presentó a su perrito los nuevos inquilinos, este se mostró solidario y muy amoroso, los saludó amablemente y se quedó junto a ellos para acompañarlos.
Creo que el perrito se dio cuenta de que Tala necesitaba ayuda y no parecía importarle su presencia. Él era muy dulce con ellos, especialmente olfateando a los bebés. Tala no le tenía miedo en absoluto, de alguna manera sabía que era un lugar seguro para tener a sus gatitos. – Mencionó Vicent a The Dodo
Un refugio seguro para la familia peluda.
Aunque la familia estaba muy cómoda en la casa de Vicent, este decidió que lo mejor para ellos era irse a un refugio para gatitos, pues él era poco lo que conocía acerca del cuidado de mininos, además de que quería que a la hora de darlos en adopción, quedarán en hogares maravillosos y él no tenía el conocimiento ni la experiencia para elegir buenos, amorosos y responsables hogares.
A partir de su decisión, Vicent se contactó con el refugió Friends For Life para contarles la historia de la gatita Tola, ellos no tuvieron problema con recibirle a la familia de mininos, incluso le agradecieron por no haber sido indiferente ante las criaturitas.
Tola vivió en la casa de Vicent aproximadamente una semana, aunque se podría decir que es poco tiempo, ambos se habían encariñado mucho, por lo que la despedida fue triste pero necesaria, el hombre sabía que era lo correcto y lo más conveniente para ellos.
Una vez en el refugio, los seis gatitos fueron desparasitados, vacunados, alimentados con una comida especial para su edad y puestos en una habitación cómoda y calientita.
Todos en el lugar estaban fascinados con la nobleza y el amor de Tola, ella con las personas era muy agradecida, pero con sus bebés era muy dedicada y amorosa.
Es una niña increíble y le encantan las caricias en la barbilla. – Comentó Jackeline Santiago, miembro de Friends For Life.
Después de que los bebés cumplieron 4 meses de edad, fueron dados en adopción, para fortuna del refugio y de los chiquitines, sus hogares ideales no demoraron en aparecer, pues muchas personas se enamoraron rápidamente de los pequeños mininos.
Sin embargo, Tola no tuvo la misma suerte, ella por ser una gatita adulta recibe menos solicitud, a las personas les gusta adoptar gatitos bebés, no gatos adultos, siendo que ellos también son merecedores de un hogar y pueden dar la misma felicidad y amor que un bebé.
Tola aún se encuentra a la espera de su hogar ideal, ella no quiere vivir nuevamente en la calle ni pasar dificultades, sólo quiere dar y recibir amor dentro de una casita.
Así que si quieres adoptar a Tola o donar recursos al refugio que ayuda a esta preciosa familia, los puedes contar directamente en su sitio web Friends For Life.
Fuente: TheDodo.