Si tuviste un perro alguna vez, entenderás de qué hablo.
La ciencia y la medicina lo han demostrado, los perros, al igual que los gatos, son animales terapeutas, ellos tienen la capacidad de hacernos sentir bien y de ayudarnos a superar un momento de tristeza o dificultad, estos animales, además, son catalizadores de las energías pesadas y melancólicas, por lo que la depresión o cualquier otra enfermedad, se sienten desafiadas cuando hay un gatito o perrito frente a ellas.
Las mascotas han sido calificadas durante años como los mejores compañeros y curadores de personas que padecen alguna dificultad, por lo que siempre han ayudado en la asistencia de niños con enfermedades, adultos con carencias físicas, o viejitos retirados que sólo requieren del mejor y más sincero cariño.
Los perritos también han trabajado en la seguridad y protección de una nación a través de organizaciones como la policía, por lo que es de esperarse que su almita se componga de valentía, necesidad de protección, entrega, compromiso y sacrificio, lo que los hace los mejores compañeros, amigos y guardianes para cualquier ser humano que les de una oportunidad.
Los humanos solemos pasar gran parte de nuestra vida preocupándonos de situaciones y defectos que hacen parte de nosotros, no obstante, los perritos y gatitos nos han ayudado a ver que la vida es más sencilla de lo que vemos y que nosotros somos más completos de lo que creemos, pues trabajando en el primer punto, ellos no necesitan de mucho para ser felices, basta con recibir amor, comidita y uno que otro jueguito para estar agradecidos con la vida. Analizando el segundo punto, ellos no buscan cosas perfectas ni bellezas exactas, ellos nos quieren y nos valoran tal y como somos, de hecho, me atrevería a decir que ellos nos idealizan y nos dan más amor y respeto del que merecemos, pero nos hacen ver la importancia de aceptarnos y querernos, además de ser felices con lo que tenemos.
Con información de: Sosegredo.