Con la gente en sus casas y sin que nadie lo molestara, este fue el lugar más cómodo que este pequeño encontró para darse una siestita.
Lo que para las personas ha sido un distanciamiento social obligatorio durante el COVID-19, para la tierra como para los animalitos parece ser un respiro. El mundo inhala y exhala lentamente, confiando en que cuando su conteo llegue hasta 10, todo esté como el primer día que empezó a albergar vida.
Gran parte de la población del planeta se encuentra en cuarentena y diariamente es más difícil encontrar algo nuevo que hacer. Luego de ver noticias, organizar ese lugar para el que nunca habíamos tenido tiempo e incluso buscarle la compañera a ese calcetín perdido, nos damos cuenta que ni siquiera ha transcurrido un cuarto del día y no queda más que mirar por la ventana por un largo rato, quizás estemos de buenas y seamos testigos de una conmovedora imagen.
Un bello durmiente al frente de su casa.
Fue precisamente mirando por la ventana, hacia la casa del vecino que inició esta emotiva historia. Los padres de Sara Ryan, han cumplido a cabalidad la norma del aislamiento social y sin nietos o peor aun, sin una mascota, los días se les han hecho más largos, pero todo estaba a punto de cambiar.
El padre de Sara fue el primero que vio una extraña bolita de pelos sobre los restos de un árbol en el patio trasero de su vecino, que había sido talado en el mes de octubre. Por el rojizo color de su pelaje y el tamaño creía saber de qué, o mejor, de quién se trataba, pero decidió correr en busca de sus binoculares para estar más seguro.
A pocos segundos confirmó sus sospechas: era un pequeño zorro que se encontraba en medio de una siesta, la tierna imagen alegró su día y por supuesto quiso compartirla con su hija Sara, que luego de unos días no dudó en compartirla en su cuenta de Twitter. Al cabo de unas horas, la foto del zorrito durmiendo sobre los restos de un árbol se viralizó rápidamente.
Since this is giving ppl joy, I give you feets and a lil stretch! pic.twitter.com/pNtLZrTODx
— Sara Ryan (@SaraReneeRyan) March 17, 2020
Sus padres ya lo habían visto antes merodeando por el patio de su casa durante el invierno, incluso en una de sus aventuradas noches encontró un juguete del perro de la hermana de Sara e intuimos que jugó con él, pues según el relato, el muñeco aparecía en un lugar distinto cada mañana.
Los zorros son animales nocturnos, por lo que este pequeño salía a cazar por las noches y regresaba cada mañana al árbol, tomaba el sol, hacía una bolita con su cuerpo y dormía plácidamente. En algunas ocasiones, los padres de Sara lo vieron corriendo en las calles, se veía y se sentía tan tranquilo, que de vez en cuando se tomaba el tiempo de mirar fijamente dentro las casas, lo que parecía ser personas en medio de las cortinas y es que cuando están libres y sin ningún tipo de temor son aún más lindos de lo que parecen.
Este zorrito puede decir que tiene unos vecinos poco comunes.
Los papás de Sara intentan no molestarle, pero de vez en cuando se lo encontraban y era casi que imposible no quedarse anonadado mirando su belleza.
Una vez, cuando mi papá traía víveres, levantó la cabeza de su siesta y luego se fue a dormir a otra parte. ¡Creo que ahora está relativamente familiarizado con ellos y no tiene miedo de que sean sus vecinos! Contó Sara Ryan a Bored Panda.
Sin duda este pequeño sabe que en ese patio trasero no le pasará nada malo, por eso regresa cada día para hacerles compañía durante esta, a veces aburrida, pero necesaria cuarentena.
Se sabe que los zorros pueden vivir en cualquier lugar en el cual se sientan seguros, árboles, madrigueras, entre otros, pero parece que a este zorrito le gusta estar en el patio de los vecinos de los padres de Sara. 🤷🏻♀️
Creo que le gusta el lugar porque está soleado y protegido – Dijo Sara Ryan a Bored Panda.
Una vez más los animales durante este aislamiento social, nos demuestran que están viviendo tranquilos, que están regresando a lugares que les pertenecían y que están conociendo otros nuevos que también les parecen acogedores.
Quizás este tiempo nos sirva para reflexionar acerca de la calidad de vida que nosotros estamos teniendo y sobre la que le estamos dando a todos los animales del mundo, sin importar si son o no domésticos.
Fuente: Bored Panda.