Esta perrita quiere estar todo el día en la piscina y ha descubierto un pequeño truco que los humanos tenemos para aguantar en aguas profundas sin nadar.
Los años van llegando lentamente a nuestra vida y con ella la disminución de algunas capacidades físicas, pero eso no quiere decir que tengamos que pasar la vejez sentados en una silla viendo el mundo pasar. Por el contrario, podemos experimentar otro tipo de ocupaciones, que de seguro nos traerán momentos únicos e inigualables y lo mejor cuidando nuestra salud.
Siempre hay que mirar otros horizontes.
Así como a todos los seres humanos nos llega la tercera edad, a nuestras mascotas también y aunque para todos es un proceso un tanto difícil, hay que sacarle provecho a esta situación como lo hizo una perrita llamada Cassidy.
En su juventud Cassidy fue una perrita muy juguetona, que le encantaba correr e intentar atrapar todo lo que pudiera y desde que las velitas en su pastel de cumpleaños han aumentado demostrando así que tiene más edad, optó por hacer actividades más acorde con su capacidad física. Una de las que más practica es vigilar su casa desde la ventana, pero sin lugar a duda la que más le genera tranquilidad y placer, es nadar.
Cassidy puede pasar horas en la piscina nadando y jugando con uno de sus juguetes favoritos, el cual bota con su hocico hacia alguna parte de la alberca para luego ir a recogerlo nadando, pero el juego se pausa cuando su muñeco queda atrapado en el sistema de limpieza de la piscina, algo que sucede muy a menudo.
Hace poco Cassidy pasó por la misma situación, mientras la peludita jugaba, su juguete quedó atrapado, aunque la perrita siempre suele enfadarse un poco cuando esto sucede, hace todo lo posible por recuperarlo, a veces llamando la atención de su mamá humana Kristine Briggs.
Mi perrita tiene superpoderes. 😱
Cassidy estaba buscando desesperadamente su juguete, ya casi le tocaba salirse de la piscina y sentía que no había jugado lo suficiente, por su parte Kristine estaba del otro lado de la alberca sorprendida del tiempo que llevaba la perrita, según ella, flotando, era como si la bolita de pelos totalmente mojada estuviera pisando agua, mientras esperaba que alguien le ayudara a liberar su juguete.
Ella nadó y revoloteó alrededor del skimmer buscando su juguete. Pensé que estaba parada sobre el agua – Dijo Kristine Briggs, la madre de Cassidy, a The Dodo.
Su mamá entró deprisa al agua para recuperarle su muñeco y durante eso se percató que Cassidy no estaba nadando, pero lo que vio le causó mucha gracia.
Cuando salí de la piscina luego de recoger su juguete, me di cuenta de que en realidad estaba de pie. Demasiado gracioso. Parecía algo ridícula y nos reímos y reímos – Aseguró Kristine Briggs, al medio.
En su largas tarde de juego en la piscina Cassidy aprendió a pararse en sus patitas traseras para descansar, dejar de nadar, sin tener que abandonar las plácidas aguas de la alberca.
Su familia ahora entiende lo que realmente sucede y se alegra de su inteligencia y de que se divierta como antes, pues dentro del agua su cuerpo pesa menos y mientras juega relaja sus músculos.
Fuente: The Dodo.