Se perdió en un paseo hace 4 años y desde entonces espera a su familia en la carretera

“Quise cuidarlo y brindarle un nuevo hogar, pero él decidió esperarlos y yo decidí acompañarlo

La historia de este peludito llamado BonBon empezó en una estación de servicio de Tailandia, cuando a bordo del coche de sus papitos humanos él decidió bajarse, quizás para olfatear un poco o hacer sus necesidades. Sin embargo, su familia no se dio cuenta en qué momento fue y justo antes de emprender de nuevo su viaje se percataron de que su hijo perruno no estaba allí.

La preocupación de Noi su papito adoptivo y su familia fue inmensa, tanto así que duraron alrededor de una semana en el distrito de Mueang, en Tailandia, buscando alguna pista que los ayudara a encontrar a BonBon, su perrito.

Lastimosamente nunca tuvieron rastro de él y con dolor en sus corazones, tuvieron que seguir sus vidas dejando atrás a su fiel amigo de cuatro patitas perdido.

Una familia alejada por una confusión bastante común.

BonBon regresó a donde estaba su familia pero ya era demasiado tarde, ellos se habían ido y él tendría que iniciar una nueva vida, sin embargo, para este hijo perruno decidió esperar al borde de la carretera a que regresaran el tiempo que fuera necesario. Poco a poco fueron pasando los días y el can dejó de ser un perrito de casa, para convertirse en uno callejero que a los vecinos les causó curiosidad por su nobleza y simpatía.

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Los residentes de la zona empezaron a tener más acercamiento con el perrito, pero como no sabían nada acerca de su nuevo amigo perruno, decidieron ponerle un nuevo nombre y Leo fue el escogido.

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Saowalak Pinnuchawet, una mujer de 45 años fue quien más se encariño con él y quiso llevarlo a casa para darle un hogar.

A pesar de sus buenas intenciones, el perrito parecía no querer tener otra familia, pues siempre encontró la manera de escaparse para regresar a la carretera a esperar a sus primeros dueños, por lo que ella no tuvo más opción que acompañarlo y alimentarlo durante su fiel proceso porque lo amaba.

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Diariamente el peludito tuvo una amiga humana preocupándose por él, hasta que un día, en medio de su espera, Anuchit Uncharoen, un hombre que lo vio por la autopista dio a conocer la linda historia de amor del perrito, que llevaba cuatro años esperando a que su familia regresara.

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Un reencuentro emotivo y un final inesperado.

Muchas personas conocieron la historia de Leo y entre ellas estaba una familia que aseguró que ese perrito se parecía a uno que se les había perdido cuatro años atrás en esa zona, el cual se llamaba BonBon.

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De inmediato, al saberse sobre esta coincidencia, todos los involucrados adelantaron el reencuentro entre la familia y el pequeño integrante de cuatro patitas. Este, al tenerlos enfrente los reconoció y no dudó en saltar y menear su cola para demostrarles lo mucho que los había extrañado.

El reencuentro estuvo lleno de abrazos y besos, en el que por supuesto la idea principal era que BonBon regresara con su familia, por lo que se dispusieron a subirlo al coche para llevarlo de regreso a casa, pero en ese instante el perrito se negó a hacerlo, como si no quisiera volver con ellos.

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La acción del can sorprendió a los presentes, por lo que Saowalak, su actual madre adoptiva, quiso probar si el peludito tenía en mente quedarse con ella y para eso lo motivó a seguirla hasta el lugar donde se había resguardado del frío en algunas ocasiones y le habían dado comida y amor. Como era de esperarse el can siguió a la mujer y esa fue la prueba de que él había tomado una decisión: quedarse con ella.

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Quizás nunca entenderemos las razones que tuvo para tomar aquella decisión, pero estamos seguros de que el tiempo compartido al lado de Saowalak le permitió amarla como una nueva mamá adoptiva y por eso decidió quedarse con ella para siempre.

Su anterior familia comprendió y aceptó a la perfección lo que el perrito había decidido y como símbolo de agradecimiento con la mujer por tantos años de cuidados, ellos asumieron los costos de un tratamiento médico al que tuvo que someterse él y además prometieron visitarlo de manera regular.

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El amor de un perrito hacia sus seres humanos es indescriptiblemente bello y en esta oportunidad nos demuestran lo agradecidos e inteligentes que son. Aunque el protagonista de esta historia no optó por irse con quienes lo habían visto crecer, a pesar de esperarlos durante tanto tiempo, si lo hizo con las personas que lo amaron y cuidaron cuando estaba desamparado, algo que para él fue más significativo, de ahí su decisión.

Fuente: Weixin.