De alguna manera estas hermanitas supieron a quién pedirle ayuda, pues la chica del auto al que se acercaron no quiso dejarlas allí.
Por un tiempo desconocido, estas dos perritas habían estado deambulando por los alrededores de un estacionamiento de comidas rápidas en Brownsville, una ciudad de Texas. A pesar de saludar alegremente a quienes llegaban al sitio con la intención de ser adoptadas, nadie parecía estar interesado en llevarlas consigo, hasta que una joven quiso cambiar su destino.
Una vida distinta gracias a una mirada cautivadora.
Inicialmente, Destiny Vásqueza, una chica de 18 años, fue quien no quiso pasar por alto la presencia de una de las perritas, pues en ese momento solo una de ellas, quiso intentar permear el corazón de una persona noble y buena que las ayudara a buscar un hogar definitivo. Al ver la conmovedora escena en el estacionamiento, la joven empezó a grabar un video en el cual se ve a la peludita de color negro realmente interesada en que la mujer las ayudara.
Estaba en el drive-thru, vi a uno de los perros y dije: ‘¡Dios mío! Este perro no tiene hogar. Estaba llorando y llorando. Llamé a mi mamá y le dije: ‘Mamá, tengo que acoger a este perro’. No sabía que había dos perros en ese momento – Contó Destiny Vasquez a The Dodo.
Cuando la cachorrita se dio cuenta que la joven les iba a ayudar, corrió en busca de su hermanita perruna para contarle la buena noticia, por eso cuando Jessica Marin, la mamá de Destiny y una rescatista independiente, llegó al lugar de los hechos, se encontró con las dos perritas esperando ansiosamente por iniciar su nuevo destino, lejos de aquel sitio donde habían estado durante mucho tiempo, según le contó un trabajador del estacionamiento a la mujer.
Era obvio que las dos perritas necesitaban con urgencia alguien que se hiciera cargo de ellas, por lo que Jessica y su hija Destiny, le pidieron ayuda a su amiga Leslie Ysuhuaylas Hennings, una mujer que por medio de sus redes sociales ayuda a animalitos rescatados a conseguir hogar definitivo o un refugio temporal mientras son adoptados.
El mensaje llegó a las personas correcta.
A más de cinco horas de donde estaban las dos perritas, una voluntaria de un refugio en Houston, llamada Ana Teran, vió lo la publicación y quiso ayudarlas. No tenía coche para ir a buscarlas donde estaban pasando el tiempo con Jessica, su rescatista, pero realmente quería ayudarlas, así que alquiló un vehículo y condujo hasta encontrarse con ellas. Cuando finalmente estuvieron frente a frente, la felicidad de las dos perritas, a las que llamaron Pepper y Patty, se dejó ver en su máximo esplendor; saltaron y movieron su colita por largos minutos, mientras Ana estaba disfrutando de estar junto a ellas.
Estaba tan emocionado de verlos! Eran los más lindos. Querían amor tan desesperadamente. Eran tan amistosos. No tenían miedo ni eran tímidos. Tenían grandes sonrisas, estaban tan emocionados. No tenían idea de lo que estaba pasando, pero estaban tan felices – Dijo Ana Teran, a The Dodo.
Al momento de viajar al lugar donde les iban a brindar mucho amor y cuidados, no lo hicieron solo en compañía de la mujer, sino acompañados de otros nueve canes callejeritos que necesitaban ayuda. Ya en camino a la casa temporal, Ana les fue hablando sobre las grandiosas cosas que les esperaban el resto de sus vidas y en medio de historias realmente maravillosas, las hermanitas se quedaron dormidas.
Les dije: ‘Quiero mostrarles que la vida puede ser divertida y quiero que sepan que todo estará bien. La pareja se durmió profundamente y se relajó por primera vez en mucho tiempo – Relató Ana Teran, al medio.
Ahora las dos hermanitas de más o menos un año de edad, están siendo preparadas para ser adoptadas, mientras que el refugio Animal Aid Brigade, donde trabaja su mamá temporal, se esfuerza por recibir donativos que les permita seguir ayudando a todos los peluditos que lo necesiten.
Aplaudimos la hermosa labor de esta organización y esperamos que cientos de personas de buen corazón les envíen ayudas para que puedan seguir velando por los derechos y el bienestar de los más indefensos.
Fuente: Leslie Hennings, The Dodo.