Este barrio cuida de sus callejeritos, no sólo los alimentan, también quieren prevenir accidentes.
La vida de cientos de perritos callejeros es una problemática que preocupa a mucha gente, pero que muy pocos quieren ayudar a resolver. Por suerte el mundo aún cuenta con personas como Lydia Maldonado o más conocida como ¨cucha¨, una mujer puertorriqueña, que está cambiando la vida de estos inocentes seres, ayudándolos a brillar un poco más de lo que ya lo hacen.
Una labor promovida por un sentimiento llamado amor.
Desde muy pequeña, Lydia ha estado interesada en ayudar a los todos los animales, pero ha tenido una gran cercanía con los perritos con quienes comparte su día a día. No importa la situación en que encuentre a los canes, ella decidió ser su ángel guardián y lo está logrando con alrededor de 27 peluditos, siete que viven en su casa y los demás que cuida y protege en medio de las calles de su Barrio La Puntilla, en Cataño – Puerto Rico.
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No es veterinaria, pero con el paso del tiempo ha ido aprendiendo a resolver los problemas de salud que encuentra en los perritos que ayuda, en los que la sarna suele ser la afectación más común. Negri, es una de las últimas peluditas que ayudó con esta condición y aunque inicialmente no quería ser tratada, con el paso tiempo aprendió que era por su bien y ahora cuando está totalmente sana, se lo agradece a Lydia con tiernos besos.
Poco a poco fui negociando con ella. Era tan arisca que no se dejaba tocar y ahora va donde mí y me lame la cara. Yo le hablo y le digo: ‘ves que no es tan difícil, ahora tienes un techo donde comer y no tienes que ir por ahí buscando qué comer en la calle’ – Contó Lydia Maldonado, al medio Primera Hora.
Una heroína sin capa al rescate de los menos favorecidos.
Así como Negri la perrita, otros canes han sido ayudados y rescatados por esta valiente mujer, sin embargo, muchos otros no la conocieron a tiempo y partieron de este mundo sin conocer la bondad de su actos. Pensando en que muchos perritos pierden la vida en la calle por accidentes de transito, la mujer pensó en hacer algo que los ayudará a estar seguros en medio de su condición.
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La velocidad con que transitan los vehículos en las vías de su barrio, es el primer problema a resolver, por lo que Lydia está intentando colocar unos reductores para evitar estos accidentes, pero mientras esto sucede, Lydia no se quedó con los brazos cruzados esperando, sino que por el contrario, llevó a cabo otra acción que sorprendió a sus vecinos.
Sabía que esto no era suficiente, por lo que también le colocó un chaleco reflectivo a tres de los perritos que fueron adoptados por la comunidad, pero viendo que poco les gustaba y además en medio del juego se lo quitaban, decidió ponerles unos lindos collares iluminados, de esta manera podrán ser vistos en cualquier momento del día, pero en especial en la noche.
Por allí pasan muchos carros a las millas y se está tratando de poner unos muertos (reductores de velocidad), pero mientras tanto, primero les puse un chalequito reflector, pero ellos jugando, se los quitan. Hace como dos semanas conseguí los collares con lucecitas y todo el mundo está bien contento – Dijo Lydia Maldonado, al medio de comunicación.
Seres protegidos = Felicidad.
Todas las personas del barrio están felices por su acción, pero la alegría es más visible cuando miran a los perritos que parecen lindos arbolitos de navidad, luciendo sus importantes prendas. Actualmente Lydia y sus vecinas se encuentran recolectando dinero para comprar más collares para canes, pues la intención es que todos los animalitos puedan ser visibles ante un posible peligro, ya que las personas no valoran las vidas de estas inocentes almitas de cuatro patitas igual que las de otros seres vivos.
Para guiar uno no tiene que ir a exceso de velocidad porque uno se puede tropezar con un animalito y con una persona. Hay alguna gente que no tiene conciencia cuando atropella a un perro o un gato, como si la vida de los animales no valiera nada – Afirmó Lydia Maldonado.
Lydia solo pide respeto para estos seres y mucha salud para poder seguirlos ayudando de la manera en que lo ha hecho hasta el momento, pues para ella la seguridad de los perritos es primordial y más aún cuando pasa noches en vela, pensando en las necesidades que estos animalitos puedan estar pasando en las calles.
Cualquier solución que ayude a mejorar la calidad de vida de estos animalitos es muy bien recibida, pues ellos no tienen la culpa de haber dado con una familia que no los cuidará como debería ser.
Fuente: Primera Hora.