Cuando lo hallaron no paraba de temblar, tenía mucho miedo y frío.
Todo comenzó cuando el refugio griego Dar Animal Rescue, recibió una llamada de una persona alertando que habían escuchado a un perrito ladrar en un bosque cercano a su hogar, pero que se encontraba bastante alejado de la ciudad principal de la zona, por lo que era importante que acudieran tan pronto como fuera posible, pues las probabilidades de que alguien pasara por aquel paraje eran remotas. Si el refugio no ayudaba pronto al perrito, tal vez nadie lo auxiliaría.
Cabe aclarar que las personas que hicieron la llamada, intentaron encontrar al perrito antes de comunicarse con el refugio, pero debido a su poca experiencia en rescates animales, no lo encontraron y tampoco sabían como manejar la situación para que el perrito no se asustara y huyera aún más lejos.
Decisión muy válida pues en muchos casos lo mejor ante circunstancias como esta, es dejar el asunto en manos de profesionales.
El rescate.
Los voluntarios del refugio llegaron tan rápido como les fue posible y de inmediato se pusieron en búsqueda del perrito.
No fue fácil encontrarlo, pero finalmente vislumbraron un pequeño bultito que se movía tímidamente entre un arbusto. Sabían por los escasos ladridos que habían escuchado antes, que se trataba de un perro pequeño, pero se sorprendieron al ver lo chiquito que era, tenía muy pocas semanas de nacido, era aún un bebé.
Tristemente, al hallar al pequeño peludito, se dieron cuenta que a escasos metros se encontraba el cuerpo sin vida de la madre y también el de otro cachorrito, en un momento este perrito perdió a su mamá y a su hermanito y se quedó solito en el mundo.
Con cuidado lo sacaron de su improvisado y poco efectivo escondite y lo llevaron al auto en el que habían llegado al lugar. Una vez allí, se dieron cuenta que estaba muy flaquito, deshidratado y sobre todo muy asustado, su cuerpito no paraba de temblar, quien sabe cuantas ideas e incertidumbres cruzaban por su redondita cabecita, seguramente no sabía si sus rescatistas estaban allí para ayudarlo o para hacerle algo malo, pobrecito.
Lo bueno es que nada más lejos de la realidad, esos héroes habían acudido a su rescate para darle la oportunidad de vivir una vida maravillosa, la que todos, todos los animalitos del mundo, sin excepción, merecen vivir.
Misión: recuperar su salud.
Al ver la situación física del cachorro, condujeron directamente a la clínica veterinaria, allí, el médico confirmó lo que ellos habían percibido cuando vieron al cachorro: tenía desnutrición y deshidratación, necesitaban hacerle varios exámenes de laboratorio y tendría que quedarse hospitalizado, al menos, hasta que estuviera hidratado y subiera un poco de peso, eso si los resultados de los análisis no revelaban que tuviera algo más serio.
Su proceso de mejoría fue más lento de lo que esperaban, pero al parecer no requería de nada adicional a tiempo para restablecer su salud y encaminarse a ser un perrito sano y fuerte.
Tras un par de semanas el cachorro, al fin, pudo volver con sus rescatistas.
En el refugio lo recibieron con los brazos abiertos y tras algunas horas de permanecer allí ya mostraba afecto por los voluntarios y sus constantes juegos con los demás perritos del lugar indicaban que las cosas iban a salir muy bien.
Otras vez está enfermito, No puede ser!
La tristeza y angustia de los voluntarios del refugio fue enorme cuando, después de pasar unos días maravillosos junto a la manada y tener ya varias solicitudes de adopción, el perrito se mostró desanimado, cansado y con muy pocas fuerzas como para comer o jugar, esta fue la primera alerta, algo parecía no estar bien, sin embargo, los rescatistas decidieron esperar y vigilarlo pues querían descartar que pudiera ser una recaída pasajera.
Cruzaban los dedos para que el perrito, mejorar o, al menos, no empeorara; pero la suerte no estuvo de su lado y el susto fue máximo cuando vieron que el perrito tenía dificultades para respirar y una especie de hipo o convulsión involuntaria en su cuerpito. Por supuesto, no esperaron más y de nuevo acudieron al veterinario.
Era muy desalentador, no podían creer que después de tantos días de verse alegre y juguetón, su salud le diera un revés, no podía ser que este perrito luego de estar solito, con mucho miedo en un apartado bosque y de haber perdido a toda su familia, tuviera que pasar nuevamente por una enfermedad.
Con el corazón en la mano, una vez más regresaron al refugio habiendo dejado hospitalizado al cachorrito, pero ahora más preocupados, pues el médico se mostró bastante reservado en cuanto a su diagnóstico.
Buenas noticias!!
Luego de varias semanas de tener en ascuas a todas las personas que de cerca seguían su caso, incluyéndonos a nosotros, al fin, las buenas noticias llegaron: el perrito se recuperó!!
Al parecer, se trató de algo viral, pero con el adecuado tratamiento quedó superada la enfermedad y ninguna secuela fue permanente, nuevamente el peludito estaba sano y feliz.
No tardó demasiado en conseguir un hogar, una familia humana y un hermanito perrito que cuidarían de él para siempre.
El perrito ha estado creciendo muy rápido, pero, sobre todo, muy feliz.
Ahora es un consentido. Duerme tapadito en la cama de sus papás humanos, es muy comelón y sale todos los días a jugar; corre salta y tiene una cantidad de energía abrumadora. Está increíblemente sano.
Vive en una casa muy bonita y confortable y ya en un pasado muy lejano, tal vez algo que inclusive ha llegado a olvidar, quedó ese frío bosque en donde su historia comenzó.
Mira el vídeo de toda su historia a continuación:
Gracias tierno perrito por haber luchado con todas tus fuercitas y no dejarte vencer por la enfermedad y gracias infinitas a todas las personas que pelearon junto a él por darle una vida plena en donde la felicidad reina como principio máximo.
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