Así miraba a las personas que la querían adoptar y todas salían corriendo, excepto una…


En el refugio decían que la gruñona gatita era inadoptable, pero alguien vio más allá de su carita enojada.

Un rostro o una expresión malhumorada siempre puede llevarnos a malas interpretaciones de alguien, eso es justamente lo que le pasa constantemente a Barbara, una gatita de ceño fruncido que ha tenido que soportar muchas situaciones complejas para llegar a donde está hoy: un hogar sin prejuicios que ama su carácter y carita malgeniada de todos los días.

 

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La considerada inadoptable solo necesitaba algo de espacio.

El origen de Barbara, una gatita atigrada con una particular expresión de enojo constante, es desconocido. Se sabe que al principio era reconocida como Belle y fue rescatada por el refugio North Shore Animal League America ubicado en Nueva York, sin embargo, su lugar de procedencia es todo un misterio incluso para quienes salvaron su vida.

 

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A pesar de empezar un proceso que le diera el amor y el apoyo necesario en el refugio, había algo en el pasado de Belle que la hacía un enigma para todos: tal vez había vivido situaciones de maltrato o abandono muy fuertes que la llevaron, en su momento, a desarrollar un carácter explosivo con el que no permitía que nadie se le acercara. Viendo la triste situación, el lugar tuvo que considerarla como inadoptable en una primera instancia.

Mientras todos sus compañeros de refugio iban y venían, ella siempre estaba allí. Le costaba interactuar con otros animales y su agresividad con los humanos era constante. No obstante, hubo alguien que vio potencial en ella y se ofreció a ser un puente para encontrarle un hogar permanente: Beth Stern, una reconocida madre sustituta de gatitos en la Gran Manzana y esposa de un locutor de prestigio, quiso darle la oportunidad de comenzar una nueva vida.

 

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Por varios meses en 2018, ella y el refugio se unieron para darle un hogar de acogida que permitiera que Belle empezara a socializar con otros humanos y otros gatitos y, aunque no hubo ningún contratiempo mayor, la minina seguía sin adaptarse hasta que llegó la mujer indicada a su vida: Sarah Borok, una increíble mujer de Brooklyn que, desde el principio, vio algo más que los gestos hostiles de la pequeña, ella supo que necesitaba amor.

 

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La persona perfecta llegó en el momento indicado.

Muchos rechazaron la idea de interactuar con Belle por su carácter fuerte y agresivo, sin embargo, Sarah era una amante de los mininos que tenía claro que no se rendiría tan fácil en el camino por salvarla. Inmediatamente la rescató, cambió su nombre a Barbara y empezó un proceso de un par de meses que valió toda la pena del mundo.

 

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Al principio no fue nada fácil, tal y como afirma Sarah. Barbara se escondía y huía constantemente de ella encontrando espacios solitarios para pasar las horas eternas en las que no interactuaban. La mujer, que estaba acostumbrada a tener una relación totalmente cariñosa con los peluditos tuvo que cambiar por completo su rutina y entender que ella era diferente a todos: entre más intentaba acercarse y forzar los encuentros, era más agresiva y distante.

 

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Por semanas enteras tuvo que usar botas de cuero para evitar ser rasguñada por Barbara e, incluso, tuvo que abstenerse de tocarla muchas veces, sin embargo, los buenos tiempos empezaron a llegar cuando, un mes después, Sarah entendió que debía darle su propio espacio y así ella se acercaría con toda la confianza del mundo.

 

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Poco a poco, día tras día, Barbara empezó a sentir la confianza suficiente para reposar sobre el cuerpo de Sarah y acompañarla en momentos de descanso. No se trataba de una gatita gruñona, era cuestión de darle su propio espacio.

Actualmente, la minina sigue teniendo su carita que la distingue de todo el mundo, sin embargo, cuando se trata de la mujer que vio potencial en ella, su actitud cambia y se vuelve alguien dulce y cariñoso.

La prioridad de Barbara en la vida es estar conmigo, donde sea que esté. -Dijo Sarah a Bored Panda.

 

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Barbara ahora es la principal promotora del proyecto de Sarah, un hogar de paso en el que ayudan a rescatar la mayoría de gatitos posibles y con el que han podido unirse y entender que siempre existe la persona indicada para nosotros: aquella que no se rinde.

Fuentes: Grumpy Barbara, The Dodo.