En 5 ocasiones la vida en la Tierra ha estado a punto de acabarse, parece que el botón de la sexta vez lo hemos oprimido nosotros.
Según un estudio que abarca los últimos cinco siglos, asegura que la Tierra perdió cerca de 617 especies de vertebrados, también, afirma que entre medio millón y un millón de especies están y estarán amenazadas de extinción, muchas de ellas, se pronostica, desaparecerán en las próximas décadas.
Del mismo modo los hábitats en los que viven estos animales en peligro de extinción se han visto afectados, pues todos las plantas y animales cumplen una función que permite un equilibrio perfecto en la naturaleza, pero al no contar con alguna de estas especies, es normal que dicho equilibrio se vea afectado y por ende todos los beneficios y funciones que cumple la naturaleza desaparezcan o se quiebren.
Así mismo, es normal pensar que al no contar con ciertas especies, la vida de otros seres corra peligro o su bienestar y necesidades básicas, como la alimentación, se vean completamente afectadas.
La desaparición o limitación de animales y de diversidad biológica, genera la perdida de beneficios indispensables que ofrecen los ecosistemas, como la polinización de los insectos, principalmente de las abejas, el control natural de pesticidas o la purificación del agua, por dar sólo unos ejemplos.
Si bien es cierto que no es la primera vez que existe una extinción masiva en nuestra Tierra, si es cierto que es la primera que es generada por las acciones del hombre, pues no sólo nuestra especie ha tomado decisiones irresponsables e irrespetuosas con nuestra naturaleza, al acabar con ella y destruirla por un fin económico, sino también hemos sobrepoblado desconsiderablemente nuestro hogar, tanto, que otros seres no tiene un lugar donde vivir y los recursos los estamos agotando por completo.
Los resultados de los estudios ha revelado que la mayoría de las extinciones se han generado en el último siglo y que además, las extinciones están ocurriendo de una manera realmente acelerada, pues han determinado que habría hecho falta unos 10.000 años para acabar con la vida que ha desaparecido en un solo siglo.
Gerardo Ceballos, principal autor del estudio relaciona esta situación con factores como la sobrepoblación humana, la contaminación, la destrucción de los hábitats y la explotación de los animales.
Todo se deriva del tamaño de la empresa humana: el tamaño de la población que sigue creciendo, la desigualdad social, la ineficiencia tecnológica. Esas son los factores fundamentales de este enorme problema que amenaza a la humanidad. – Comenta Gerardo a El País.
Los expertos consideran que las regiones donde la extinción se está produciendo de forma más acelerada son las áreas tropicales y templadas. También, afirman que los grandes mamíferos del Sudeste Asiático, son los animales que ha perdido el mayor porcentaje de territorio posible de habitar, además, aseguran que es una de las especies más vulnerables.
Otro de los animales más afectados, son los pingüinos, los cuales, según los resultados del estudio, están perdiendo cerca del 50 y el 70% de su población, lo que hace sospechar que para finales de este siglo, la especie haya desaparecido.
El informe también revela que superficie terrestre, 40% del entorno marino y la mitad de las fuentes de agua están gravemente alteradas. Así mismo, explica que las regiones más afectadas son aquellas en las que viven pueblos autóctonos dependientes de la naturaleza y las poblaciones pobres, las cuales son más vulnerables a los impactos de todos estos cambios.
Gerardo Ceballos, propone aumentar las áreas de protección de la biodiversidad y preservar las poblaciones de animales y plantas en las regiones dominadas por el hombre, también manifiesta la importancia de reducir el crecimiento de la población humana y el consumo.
Si permitimos que el actual ritmo elevado de extinción continúe, los humanos pronto, en el breve espacio de tres vidas humanas, se verán privados de los muchos beneficios de la biodiversidad. En la escala temporal humana, esta pérdida será definitiva como muestra que, tras las pasadas extinciones masivas, la vida necesitó centenares y millones de años para volver a diversificarse. – Finalizó Gerardo Ceballos a El País.
Si bien es cierto que la vida al ser tan increíble ha encontrado las formas de recuperarse y a veces rehacer, así sea después de temporadas de tiempo muy largas, lo hace generalmente después de que situaciones como estás, hayan acabado, principalmente, lo ha hecho siempre después de que la causa del evento haya fallecido. Por lo que el problema en este caso es que la causa de la sexta extinción somos nosotros, lo que quiere decir que podemos continuar en el camino hacia nuestra propia extinción con nuestras malas prácticas y nuestra poca consciencia, o, podemos modificar nuestro comportamiento hacia toda la naturaleza y la vida que en ella habita, incluyéndonos.
Sin embargo, si tomamos la decisión de respetar más a nuestro planeta y permitirle que renazca, debe suceder antes de que se declare como terminada la Sexta Extinción, debido a que en ese momento la mayoría de la vida habría desaparecido, lo que nos llevaría posteriormente a nosotros a la extinción.
Fuente: ScienceAdvances.