Cambio de ciudad y no puedo llevar a mi perro, me mudo y no hay espacio para mi gato… Pues ella se fue de la ciudad con 2 perros y 7 gatos.
Empezar desde cero en un lugar diferente a donde hemos llevado nuestra vida, puede ser un proceso que nos genere todo tipo de sentimientos, sin embargo, para Ana Claudia, una peruana que partió de su país hacia España en busca de mejores oportunidades, esta decisión fue más tolerable gracias a que se llevó consigo lo más importante para ella, sus peluditos hijos.
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La importancia de reconocer que la familia es para siempre.
Frente a cientos de abandonos de mascotas, con cualquier excusa que los humanos dicen para evitar asumir su responsabilidad, hay otras tantas acciones que nos hacen confiar una vez más en la humanidad. Este es el caso de Ana Claudia, una mujer que decidió mudarse a otro país en compañía de sus siete gatitos y dos perritos, los cuales la han acompañado durante años.
A diario nos encontramos con este tipo de excusas de gente queriendo deshacerse de sus animales. Pues bien, en medio de un montón de ejemplos como estos, Ana Claudia embarcó hace una semana con sus 7 gatos y 2 perros para España. Eso mismo SIETE GATOS Y DOS PERROS para otro país! – Escribió la organización Albergue Vidas de cuatro patas en su cuenta de Facebook.
Para la mujer no hubo excusa, problema o incomodidad válida, ella simplemente planeó su viaje y en su lista de cosas indispensables para llevar, estaban sus nueve animalitos. De seguro con un buen tiempo de antelación, Ana Claudia fue organizando su mudanza, pues no quería que las horas de vuelo estresaran a sus peluditos y muchos menos se fueran a enfermar.
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Un nuevo comienzo con lo necesario para ser felices.
Antes de salir de casa, sus siete gatitos y dos perritos fueron puestos en los huacales correspondientes. Ya en el aeropuerto, la aerolínea Air Europa, a poco tiempo de despegar, ubicó los cinco animalitos que estaban en los transportines cómodamente en el sótano del avión, mientras que los otros cuatro restantes viajaron al lado de su madre, en bolsos diseñados para el transporte de animales.
: Caja amarilla y cajas naranjas fueron en el sótano climatizado, con supervisión durante todo el vuelo, incluso comunicación y fotos para Ana durante el recorrido. : Las bolsas rojas fueron dentro de la cabina con Ana – Escribió la organización Albergue Vidas de cuatro patas en su cuenta de Facebook.
Pese a que estamos seguros de que debió haber sido un viaje realmente agotador, no solo por la distancia, sino también por las demás pertenencias de la mujer, estamos felices de que la peludita familia hubiera llegado muy bien y feliz a su nuevo hogar.
La felicidad y tranquilidad no se construyen en un lugar, sino con las personas que nos rodean, por eso esta mujer decidió seguir compartiendo su vida con su fieles animalitos.
Fuente: Albergue ¨Vidas de 4 Patas¨, Preferente.