Si tienes empatía con estas almitas, basta solo un minuto para que derritan tu corazón.
La historia de esta linda perrita de color marrón claro, se desarrolló en las calles de Nuwara Eliya, una ciudad de Sri Lanka, un país ubicado en Asía del Sur.
La pequeña solía deambular por lugares concurridos por mucha gente, con la única intención de ser adoptada, pero a pesar de sus peluditos esfuerzos, nadie se fijaba en ella, más que para consentirla o, en el mejor de los casos, darle algo de alimento.
Un deseo hecho realidad gracias al enigmático destino.
Quizás por su pequeño tamaño, la perrita pasaba desapercibida para mucha gente, por eso cuando alguien le prestaba atención, ella movía su colita alegremente y dejaba ver su hermosa personalidad, con la intención de agradarle a unos posibles papás adoptivos.
Sin embargo, nada de esto pareció ser suficiente para las personas del común, pero si para una organización animalista que llegó a las calles de la ciudad con un propósito diferente.
Se trataba de los trabajadores de Elephant Nature Park, una fundación de rescate y rehabilitación de elefantes que ese encontraba en ese lugar, investigando la calidad de vida de los gigantes mamíferos en dicha zona.
Fue así como, en medio del mercado, los rescatistas vieron a la cachorrita entrecruzarse por las piernas de los transeúntes, tratando de llamar su atención. Al ver que nadie hacía nada por ella, decidieron ayudarla a transformar su abrumadora realidad.
En el mercado, donde pasan miles de personas, vimos un pequeño cachorro moviendo la cola a los transeúntes, invitando a las personas a ponerle atención – Dijeron los rescatistas en el video de YouTube.
La creadora de la organización Save Elephant Foundation, Lek Chailert, una mujer que también hacía parte de la investigación, tuvo un sentimiento de cercanía con la peludita. Era tan solo una bebé que buscaba que alguien la adoptara, pero tristemente el grupo de rescatistas no podía hacerlo, por lo que no tuvieron otra opción que acompañarla y darle un rato de cariño.
Muestras de afecto anheladas desde el fondo del corazón.
La perrita estaba realmente feliz de recibir besos y abrazos, quizás, por primera vez, pero ese momento de alegría era tan solo una ilusión que estaba a punto de terminar.
Los trabajadores tenían que continuar con la labor de ayudar elefantes y con tristeza se despidieron de la nueva amiga perruna que habían hecho, sin embargo, la cachorrita no estaba dispuesta a escuchar un “hasta luego” por lo que inteligentemente decidió seguirlos en su recorrido.
Su tierna persistencia volvió a llamar la atención del equipo de trabajadores, quienes nuevamente la tomaron en sus brazos para finalmente brindarle la ayuda que ella necesitaba y era la de encontrar un hogar definitivo.
Decidimos pedirles a las personas que pasaban que la adoptaran, que se responsabilizaran de su cuidado. Cuando veían que era hembra, perdían el interés – Aseguraron los rescatistas.
La creativa campaña de adopción no estaba funcionando, al parecer todas las personas estaban interesadas en adoptar un perrito macho, perdiéndose así la posibilidad de tener una tierna cachorrita dando lo mejor de si en su familia humana.
No obstante, cuando los rescatistas estaban perdiendo la fe de encontrar un hogar adecuado, alguien cercano a la historia decidió adoptarla.
Ese alguien era Thushara, el hombre que conducía el coche en el que los rescatistas se transportaban durante la investigación de los elefantes, quien se conmovió por la triste situación que estaba pasando la perrita, así que decidió darle la oportunidad de pertenecer a su familia.
Un nuevo comienzo con la patita derecha.
La cachorrita ya tenia una familia y ahora solo le faltaba un hermoso nombre, Lek Lek fue el escogido por su nuevo papá humano. Antes de ser entregada formalmente al hombre, la perrita pasó unos días con los rescatistas, ellos la bañaron, la alimentaron e incluso le dieron un lindo regalo.
Le compramos una manta nueva y la bañamos, convirtiendo nuestro equipaje en su cama mientras ella se quedaba con nosotros en el hotel. Creo que esta fue la primera noche en que ella podía dormir cómoda y tranquila – Dijo Lek Chailert.
Estaba recibiendo todo el amor y comodidades que nunca tuvo en su corta vida, pero eso era un pequeño preludio de lo que le esperaba al lado de Thushara.
Finalmente la perrita se despidió de quienes le habían tendido la mano en un momento crucial y partió feliz con su nuevo dueño, moviendo la colita alegremente como siempre lo había hecho en esos interminables días en el mercado.
La otrora pequeña perrita marrón ahora es un adulto fuerte y saludable.
Entre tardes de amorosos cuidados Lek Lek fue creciendo hasta convertirse en una perrita adulta al lado de la familia del hombre que le dio la posibilidad de tener un hogar.
Muchas cosas en su vida han cambiado, pero su corazón sigue siendo el mismo y eso lo pudo evidenciar una de sus rescatistas cuando quiso visitarla. Lek Chailert, llegó a su casa de sorpresa tres años después de que la habían dado en adopción y la perrita la reconoció de inmediato, el reencuentro fue realmente emocionante para las dos y sin duda la que fue alguna vez una pequeña y tierna cachorrita, le demostró a la mujer lo agradecida que estaba con ella.
Finales como estos nos llenan de alegría, agradecemos a todas las personas que fueron participes de esta linda historia y esperamos que la sociedad comprenda que el genero y la raza no interfieren en el comportamiento y corazón de los animales.
Acá les dejamos el video completo de la emotiva historia.
Fuente: Elephant Nature Park.