La increíble aventura de Justin el humano y Yip Yip el coyote.
Justin se encontraba realizando un viaje de rafting de aproximadamente 10 días en dos importantes ríos de Canadá, llamados Red Deer y Saskatchewan. Pero la tranquilidad a bordo de su bote, se vio empañada por los fuertes ruidos que parecían provenir de una pelea de perros y aunque el hombre observó detenidamente no logró evidenciar nada.
Buscaba pescados y encontró algo más grande y peludo.
Mientras Justin estaba pescando volvió a escuchar unos particulares sonidos, pero esta vez se relacionaban con un aullido de lamento. Volvió a ver de que se trataba y en su búsqueda se percató de que un pequeño hocico sobresalía del agua, no estaba seguro de qué era porque el caudal estaba oscuro y en su intentó por ayudar al animalito a salir del río se cayó de la balsa.
Ya en el agua logró ayudarlo para que pudiera respirar y fue allí cuando se dio cuenta que se trataba de un coyote bebé. Justin lo puso seguro en la balsa pero rápidamente notó que el pequeñín estaba inconsciente, por lo que nuevamente acudió en su ayuda prestandole los primeros auxilios con la técnica de reanimación cardiopulmonar (RCP), algo que el hombre había aprendido anteriormente y que en aquella ocasión le devolvió la vida a su nuevo amigo.
Justin y el coyote se pusieron en tierra firme para hacer fuego y secar su ropa y su pelaje, pero la travesía tenía que continuar porque el hombre tenía un tiempo límite para realizar su deporte. Dejar solo al pequeño coyote al que llamo YipYip no estaba entre sus planes, por lo que decidió llevarlo consigo hasta que pudiera dejarlo en un lugar seguro donde pudiera crecer tranquilamente y estuviera siempre a salvo.
10 días en un balsa rodeado de amor, agua y tranquilidad.
Justin y YipYip navegaron rio abajo y el pequeño estuvo siempre acompañado del hombre, quien lo alimentó y cuido tiernamente, incluso cuando el coyote quería dormir él le prestó su chaqueta para que estuviera cómodo y calentito.
Cuando Justin terminó su travesia de rafting, lo primero que hizo fue pedirle ayuda a su esposa para buscar una organizacion que se hiciera cargo del pequeño YipYip. Se contactaron con algunas provincias canadienses para solucionar el nuevo rumbo del coyote y dieron con la organización Swift Actual SPCA, quien finalmente los relacionó con Wildlife Rehabilitation Society of Saskatchewan (WRSOS) una fundación sin ánimo de lucro, que ahora tiene bajo su custodia al animalito mientras es liberado a su hábitat natural en compañía de otros ejemplares.
Gracias a este hombre el animalito tuvo la oportunidad de sobrevivir, aplaudimos este hermoso acto y esperamos que el coyote pronto esté libre corriendo y disfrutando de su juventud.