Esta perrita intentó morder el sol, pero sus pequeños dientecitos no lo lograron


Intrigada por los rayos que tan cálidos se sentían sobre su pelito, intentó atraparlos, pero una y otra vez escaparon de su alcance.

Stefan Bertin, un hombre estadounidense está empezando a convivir con Toni, su preciosa perrita salchicha de tan solo nueve semanas de nacida.

Stefan y Toni han pasado muy pocas semanas juntos, aún se están conociendo y adaptando el uno al otro y eso requiere de mucha paciencia y tiempo, sin embargo, Stefan dice sentirse agradecido porque, hasta este momento, no ha tenido que superar grandes desastres o travesuras de parte de la pequeña y preciosa peludita.

Acabo de volver de un rodaje. Era mi primer día de trabajo fuera de casa desde que recogí a Toni. Pensé que me estaría esperando en la puerta. No lo estaba.

Ser pequeña no le ha impedido mostrar su alma aventurera.

A pesar de ser todavía muy pequeña para entender demasiadas cosas de la vida y su funcionamiento, Toni ya ha mostrado algunos apartes de lo que promete ser una personalidad intrépida y única, prueba de ello es este video que ha cautivado a los usuarios de Twitter quienes no pueden dejar de comentar lo tierna que es y lo preciosa que luce en él.

En un lunes tranquilo en casa, Estefan se dio cuenta de un sorprendente comportamiento de la pequeña que mordía los rayos de sol que entraban por una de las ventanas del apartamento que comparten. De inmediato el hombre sacó su teléfono e inmortalizó el momento perfecto, poniendo detrás una melodía que habla sobre la contemplación al gran astro que alumbra la tierra.

El sol es solo para ella.

En el video Toni, con una magnífica inocencia, realmente cree que va a poder devorar esos curiosos rayos que la calientan, sin embargo, al ver su misión frustrada, decide pasar a lamer sus pequeñas y abullonadas patitas. La acción sorprendió a Stefan que incluso lo consideró algo metafórico.

Tal vez Toni podría terminar comiéndose el mundo entero y no lo dudamos con esa carita preciosa que logrará maravillas.

Fuente: Stefan Bertin.