Los animales son las almas más puras que hay en el mundo, son buenos en extremo y sólo sufren cuando entran en contacto con los humanos, al menos, con los humanos malos. Ver el comportamiento de un perrito o de cualquier otro animalito que ha tenido una mala experiencia con una persona, es desolador.
La historia de esta perrita es un ejemplo de lo triste que se puede ver un animalito que ha tenido malas experiencias con la gente, pero también es una muestra de lo que el amor y la dedicación de un buen ser humano son capaces de hacer.
Su nombre es Sassy y cuando fue hallada, vagaba con un grupo de perritos callejeros, todos fueron rescatados, pero ella estaba especialmente afectada. Le tenía pavor, miedo extremo a los humanos.
Durante el rescate intentó escapar con todas sus fuerzas, pero no lo logró, afortunadamente porque las personas que la rescataron lo único que buscaban era hacer de su vida algo hermoso, que conociera por primera vez lo que es sentirse amado.
En el refugio al que fue llevada, una organización que se especializa en el rescate de perritos de raza pastor alemán, notaron que ella amaba estar con otros perros, no tenía problema para relacionarse con los de su especie, pero tan pronto un humano se le acercaba, se encogía, empezaba a temblar y cuando se veía acorralada amenazaba con morder.
Esto les hacía pensar que la perrita había tenido muy malas experiencias en el pasado con las personas, por eso les tenía tanto miedo y prefería mantenerse alejada. Era el comportamiento típico de un perrito que había sido maltratado.
Pronto se dieron cuenta que Sassy era un caso especial y requería atención especial, por ello la trasladaron a la organización Your Dog Trainer, donde Jeff Tesoro se hizo cargo de ella. Él estaba especializado en tratar con perros tímidos o que le tuvieran miedo a los humanos para volverlos más sociables y tranquilos y que así pudieran ser adoptados por una familia.
Cuando conoció a Sassy, le impresionó ver lo nerviosa que se ponía ante la presencia de las personas. La pobre perrita defecaba del miedo cuando Jeff se acercaba a ella dentro del espacio en el que la tenían. Era pequeño porque hacía parte de su entrenamiento, lo habían diseñado así para evitar que huyera de rincón en rincón y experimentara aún más estrés.
Gracias a su experiencia, este hombre logró recuperar poco a poco la confianza de la perrita. Paulatinamente, ella fue aceptando la comida que le ofrecían, empezó a familiarizarse con el uso del collar y la correa y en menos de un mes ya estaba lista para empezar a dar paseos por el jardín.
El cambio era notable, caminaba relajada y alegre, sin miedo y se ponía muy feliz cuando se encontraba con otros perritos.
Al poco tiempo otros voluntarios empezaron a interactuar con ella para que se acostumbrara a otras personas aparte de Jeff y descubrieron que debajo de todo ese miedo existía una perrita muy dulce y tierna.
Al darse cuenta que las personas no la iban a lastimar, mostraba lo agradecida que era, no se cansaba de dar besitos, pedía que le consintieran la barriguita todo el tiempo y era muy juiciosa.
Sassy fue esterilizada y pronto encontró una bellísima familia que la adoptó. Ellos conocieron su historia y estaban dispuestos a llenarla de amor para que poco a poco olvidara los días en que se tenía que valer por sí misma, buscar comida entre las basuras y refugiarse en cualquier huequito que encontrara para no morir de frío.
También le harían olvidar los malos tratos de las personas con las que se había topado antes y ella les demostró que el corazón de un perrito siempre está dispuesto a volver a confiar.
Ahora Sassy vive muy feliz, tiene una mamá y un papá que cuidan muy bien de ella y lo mejor de todo: comparte sus días con dos hermanitos a los que adora!!
Gracias a los rescatistas por cambiar la vida de esta perrita, gracias a Jeff por devolverle la confianza y gracias a su nueva familia por darle el amor que antes le fue negado.
Mira en el vídeo a continuación, hecho por la fundación que rescató a Saasy y que le buscó un hogar, el paso a paso de su hermosa transformación y no olvides compartirlo porque los animales nos dan las lecciones más valiosas del mundo día tras día.
Si quieres apoyar con una donación la labor de los rescatistas y de la fundación que ayudó a esta perrita, puedes hacerlo a través de su sitio web: Coastal German Shepherd Rescue.