Spuds es el animal más amoroso del mundo con su familia, pero también el más protector.

La noche transcurría como de costumbre, Leroy Rucker, vecino del condado de Blair – Pensilvania, estaba viendo televisión en la sala de su casa y el resto de la familia estaba en sus habitaciones, ninguno imaginaba que el peligro acechaba tras la puerta principal de su vivienda.

Alrededor de las ocho de la noche el timbre sonó y Leroy preguntándose quién podía ser a esas horas, se dirigió a la puerta principal, abrió sin mucha precaución y fue entonces cuando vio a un hombre alto y corpulento que de inmediato intentó entrar a la vivienda por medio de la fuerza.

Él opuso resistencia, pero en cierto momento sintió que la situación podría sobre pasarlo, durante cuanto tiempo podría atajar al sujeto que decididamente quería entrar a su vivienda? Sentía la adrenalina subir y mientras pensaba en eso sintió como el tipo cedió y se fue para atrás. Al principio no entendía bien qué había pasado, pero luego oyó los furioso ladridos se su perrito pitbull, llamado Spuds.

Un perrito valiente.

El perrito había sido adoptado de un refugio local y había sido una de las mejores decisiones que la familia había tomado, pues era una compañía increíble, era amoroso, juguetón, tranquilo, tierno, pero sobre todo, súper protector, no permitía que nadie ajeno a la familia se acercara a ellos. Con sus seres queridos era muy dulce, con los extraños feroz. Inclusive, el cartero reconoció en una entrevista que al principio Spuds fue muy prevenido y cauteloso con él, pero que con el pasar del tiempo había entendido que no venía a hacer ningún daño, solo a entregar la correspondencia y desde entonces era tranquilo y hasta juguetón.

Esa noche, tan pronto Spuds oyó el forcejeo en la puerta, se levantó del sofá y de un salto ya estaba al lado de su humano dispuesto a dar la pelea más feroz de su vida si era necesario para proteger a los seres que amaba. No se requirió tanto, pues el presunto ladrón se asustó mucho al ver al perrito tan enfadado, y trató de protegerse encogiéndose en un rincón de la entrada. Allí el pitbull lo tuvo contenido hasta que veinte minutos más tarde la policía llegó y arrestó al individuo.

Todos estaban felices con Spuds, una vez más había probado su valía, pero sobre todo había demostrado que estaba dispuesto a lo que fuera por proteger a sus seres queridos. Eso sí es amor!