Porque los perritos están en las buenas y en las malas, siempre.
La amistad del pequeño Peyton de tres años y Dash, un perrito de raza mastín inglés, empezó a forjarse desde que el peludito llegó hace un par de años a la familia Smith. Desde ese entonces ambos han sido cómplices en cada paso que han dado en sus vidas y se han apoyado incondicionalmente en cualquier situación.
Un alma gemela con quien ser realmente feliz.
A pesar de que Peyton tiene una hermana con quien jugar, el niño prefiere pasar tiempo al lado de su amigo perrito , pues parece como si Dash, hubiera sido hecho a su medida. Él es quien lo acompaña cuando quiere ser un superhéroe, cuando desea jugar por largas horas en su consola de videojuegos o durante los días que simplemente, necesita un amigo para acurrucarse.
Entre risas he interminables tardes de juegos, se ha ido desarrollando la vida de estos dos inseparables, quienes recientemente mostraron a su mamá Jillian Marie Smith y a cientos de internautas, lo mucho que se aman y apoyan.
La fortuna de tener alguien que te ame y comprenda.
Una tarde Peyton, estaba más hiperactivo que de costumbre y en medio de sus juegos terminó peleando con su hermana por razones que desconocemos. Como era de esperarse Jillian, tenía que reprender al pequeño para que la situación no se volviera a repetir, por lo que la mujer decidió imponer un castigo ejemplar.
Peyton tuvo dos opciones: la primera estaba relacionada con irse a su habitación y la segunda, ser partícipe de un tiempo fuera o ‘time out’ donde tendría que pararse contra la pared, mientras pensaba en lo que había hecho mal. El menor escogió quedarse en la sala con su familia y poniendo su cabeza en el muro, asumió su castigo.
El momento del juego terminó y Dash no entendió por qué, pero lo que sí pudo notar rápidamente era que su hermanito estaba solo, triste y que necesitaba alguien que lo acompañara. De inmediato el perrito se paró a su lado, como queriendo decirle al pequeño que ahí estaba, en las buenas y en las malas.
La nobleza y amor de los animalitos es infinita.
Con su carita de quiero volver a jugar con mi hermanito, Dash, simplemente se paró ahí a esperar que el tiempo de castigo terminara, mientras que Peyton, le agradeció su compañía echándole el brazo encima, acción que acabó de conmover el corazón de Jillian.
No podía estar enojada por mucho tiempo porque era tan lindo como Peyton envolvió su brazo alrededor de Dash. Cuando Peyton tuvo que ir a un tiempo fuera, creo que Dash sabía que necesitaba a su amigo – Dijo Jillian Smith a The Dodo.
Por suerte, el castigo terminó pronto y estos dos amigos estuvieron de vuelta al ruedo, siendo muy felices y enseñándole al mundo, el significado de la frase ¨ponerse en los zapatos del otro¨.
Muchas personas dicen que los animalitos no sienten, ni entienden y esta es la mejor prueba de que están realmente equivocados.
Fuente: Jillian Marie Smith, The Dodo.