Estos pequeños gatitos abandonados fueron adoptados por un gigante de buen corazón


Estos gatitos nunca imaginaron que su nuevo padre ladraría y pesaría 50 kilos.

Bear es un perro rotwailer de 50 kilos de peso, de ahí su nombre Bear, oso en inglés, muchos al verlo con este tamaño tan imponente podrían creer que es un perro agresivo, pero nada más lejos de la realidad, Bear es un animal calmado, noble, pero sobre todo muy amoroso. Resulta que la mamá de Bear, Chelles McIntosh rescata animales en las calles y muchas veces Bear la acompaña, así que un día supieron de unos gatitos que fueron abandonados debajo de un puente así que se dirigieron es su búsqueda, al llegar encontraron a tres pequeños preciosos, eran recién nacidos por lo que tendrían que extremar cuidados.

George Novak

Bear estaba muy preocupado por sus maullidos, en verdad en su comportamiento y mirada se notaba la preocupación que sentía de que los gatitos estuvieran bien.

Ya en el refugio decidieron llamar a estos bebés Inky, Pinky y Ponky, al parecer la gatita de alguien tuvo cachorros y pues la mejor solución que encontraron fue abandonarlos debajo de un puente en una noche fría, que fácil no?

George Novak

Muchos creerían que es difícil que un perro sintiera afecto por un gato pero esto es mentira, los perros así como los humanos o como cualquier otro animal, pueden crear vínculos fácilmente con cualquier especie sensible y en el caso de Bear esto es absolutamente evidente ya que apenas vio a los gatitos creó un vínculo muy fuerte con ellos.

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Bear se comenzó a encargar de bañarlos después de que eran alimentados, luego se fijaba que al dormir estuvieran cómodos y seguros, también en las noches cuando los gatitos maullaban se paraba a vigilar que no fuera nada malo, incluso cuando no paraban de maullar en las noches, buscaba a Chelles y la despertaba para que fuera a revisarlos.

Me viene a buscar cuando están llorando. Así es él, un típico Rottweiler que no ha sido criado para ser agresivo… y sería una maravillosa madre si no fuera porque no tiene la anatomía correcta para serlo.

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Bear parece que es un padre ejemplar, aunque él sabe que también sólo sera su padre por un tiempo, estos gatitos cuando estén un poco más grandes se les buscara un hogar definitivo, para que amorosas familias se hagan cargo de ellos y Chelles y Bear puedan seguir rescatando y rehabilitando animales de las calles.

La gente dice que los perros y gatos se odian, pero tenemos cuatro perros y tres gatos que son los mejores amigos del mundo. Cuando era pequeña tenía una perrita que iba a parir. Hacía todo lo posible para mantener a los corderos calientes y limpiar a los conejos, patitos y pollitos.

Que gran labor la de Chelles y Baer, exprésales tu admiración en la caja de comentarios y no olvides compartir esta historia.

Fuente: Nzherald.