Todos nos merecemos un hogar.
Meena Kumar nació en Pune, India. De su familia biológica no se tiene ningún rastro ya que fue encontrada a los 9 meses cuando había sido dejada en un canasto abandonado en un campus universitario. Ese terrible tropiezo en el comienzo de su vida no duró demasiado, tuvo la fortuna de encontrar una familia en Mumbai después de estar un año esperando en un orfanato.
Su historia, en medio de las luchas por convivir y aprender de su situación, hace que 14 años después sea una líder de su comunidad en San José, California, donde, a pesar de su corta edad, es voluntaria de un refugio donde los perritos ancianos viven las mismas dificultades que alguna vez ella tuvo para encontrar familia.
Pasan los años y el amor sigue intacto.
Meena se crió en Mumbai con la amorosa pareja que la había adoptado y, gracias a ellos, pudo expresar su gusto por ayudar a los animalitos, actividad que comenzó cuidando camadas enteras de perritos que no tenían hogar. Con el paso de los años, su familia decidió mudarse al otro lado del mundo, a Estados Unidos, donde ella ha tenidola mejor educación posible,sin que ello implique olvidar su pasión por ayudar a quienes más lo necesitaban.
Con sus objetivos claros en mente, Meena empezó a ir cada fin de semana a Muttville Senior Rescue, una fundación con política de no jaulas que ayuda a perritos mayores a encontrar una segunda oportunidad en la vida y, desde su fundación, rescata a más de 1.000 peluditos al año que luchan más que otros para volver a los brazos de una familia, un sentimiento que esta adolescente conoce muy bien.
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A pesar de la hora de camino entre su casa y el refugio, el amor de la niña por el lugar fue amor a primera vista, estaba decidida a ser parte del equipo de voluntarios, pero, la fundadora Sherri Franklin no pudo otorgarle el permiso por su corta edad y las restricciones legales que impiden que alguien menor de 17 años pueda participar en este tipo de actividades.
Nunca rendirse en la búsqueda por ayudar a los demás.
La negativa de su inclusión a la lista de voluntarios no la detuvo, Meena quería buscar otras formas para ayudar al refugio en particular, por lo cual se anotó en Next Door, una red social para vecindarios que ayuda a los habitantes a encontrar soluciones a sus necesidades cerca a casa. Su objetivo con la creación de su perfil era hacer una labor social doble: se ofreció a cuidar los perritos de sus vecinos y amigos para recoger dinero y poder colaborar en los gastos de Muttville.
De su iniciativa, nació Pet Fairy Services, una organización que ayuda al cuidado de las mascotas por 35 dólares al día y donde, el 100% de los ingresos recibidos, se donan al refugio Mutville para el sostenimiento de los “perritos experimentados” como ella misma los llama.
Con casi cinco años de trabajo por este sueño, Meena ha logrado recolectar 7.000 dólares que se duplicaron al ser beneficiada por un programa de ayuda social de Intel, la empresa donde trabaja su padre, que alienta donar tiempo o servicios de voluntariado a sus empleados y familias.
Después de todo el arduo trabajo que ha llevado a cabo para el beneficio de sus amigos perrunos, Meena cada vez se vincula con más proyectos que le otorgan dinero para seguir donando mientras disfruta de la compañía de peluditos en paseos diarios.
La adolescente crece y su amor profundo y compromiso por ayudar se mantiene. Es consciente de lo mucho que se necesita una familia cuando estás desamparado.
Por favor, adopten más perros mayores. Les garantizo que les darán el mismo amor y afecto incondicional que cualquier otro perro. – Pide Meena a través de Good Morning America.
Fuentes: Muttville Senior Rescue, Pet Fairy Services.