Motociclistas desmantelan centros de peleas de perros y rescatan animales


Estos rudos hombres son ángeles protectores de los animalitos.

Rescue Ink es una organización de motociclistas estadounidenses que más allá de dedicarse a rodar por las solitarias calles, hacerse tatuajes o reunirse entre ellos para divertirse, se dedican a salvar animales indefensos. Así es, no vamos a negar que su aspecto es bastante rudo, son hombres que se visten de forma intimidante, tienen largas barbas y suelen ser calvos, son de tamaño grande, todos están tatuados con dibujos como serpientes, calaveras y dragones. Pero eso no las hace unos delincuentes ni unas malas personas, de hecho su presencia de bravucones la utilizan únicamente para atemorizar a las personas que tratan mal a los animales.

A los integrantes de Rescue Ink los une su amor por los animales y su sentido de justicia y aunque cada uno tiene un pasado difícil e incluso algunos problemas con la ley, hoy se dedican únicamente a proteger a los animales de personas que se aprovechan y abusan de ellos. También se dedican a rescatarlos, a cuidar de ellos y a buscarles segundas oportunidades.

Rescue Ink es un grupo que fue creciendo a partir de un característica en común: el amor por los animales y el deseo y compromiso de hacer cualquier cosa por garantizar su bienestar. Todos los integrantes del grupo se conocieron en carreras de motos, locales de tatuajes o reuniones de motociclistas, pero se unieron al contar sus historias y experiencias rescatando animalitos.

 

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El grupo que nació aproximadamente hace 15 años, tiene constantemente nuevos miembros y voluntarios dispuestos a ayudar en la causa, pero algunas de las personas que conformaron el equipo son Joe Panz, Mike Tatto Big Ant, Johnny O, Eric, G, Ángel, el hombre gato, Robert y Batso.

Con el tiempo empezaron a ganar fama y pronto se convirtieron en los rescatistas más solicitados, respetados y amados en Estados Unidos. Fue así comosu gran compromiso y constancia con la causa, hizo que National Geographic creó una serie llamada Rescue Ink Unleashed, donde contarían los tristes casos de animales y como gracias a ellos, estos tuvieron una segunda oportunidad y un final feliz.

 

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Actualmente el equipo cuenta con su propia sede de acogida y rescate en Long Island, allí reciben a diario centenares de llamadas en busca de ayuda. Rescue Ink hace su mayor esfuerzo por acoger la mayoría de los casos y aunque lamentablemente no es posible ayudarlos a todos, si ha participado en casos de gran importancia y le ha cambiado la vida a muchos seres vivos.

 

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La aspiración más amplia de Rescue Ink es cambiar la legislación en Estados Unidos: quieren que el castigo para los abusadores de animales sea más severo y que en lo posible, cada castigo incluya cárcel. El equipo también participa en un programa llamado «iniciativa de visitas escolares», donde hablan sobre el valor de los animales, lo que significa cuidar a un animal y que hacer al detectar casos de abuso y negligencia.

La organización trabaja con recursos propios y con las donaciones que las personas o identidades les hacen, pero lamentablemente el dinero no es suficiente, por eso ellos enfatizan en la importancia de apoyar económicamente a las asociaciones sin ánimo de lucro, pues el donar es una significativa forma de hacer parte de la causa.

Un ejemplo de su trabajo

Un caso reciente de ellos fue el de una Bulldog que fue reportada por una vecina que afirmaba que en la casa de al lado había una perrita a la que mantenían encerrada todo el día en un baño y que de aquel lugar se producía un desagradable olor.

Cuando Rescue Ink llegó al lugar si notaron el molesto y fuerte olor, pero no oían a ningún animalito, al no poder entrar por ser propiedad privada, acudieron a la sociedad Americana para la Prevención de la Crueldad a los Animales (ASPCA).

Después de unas cuantas llamadas telefónicas, el propietario que terminó siendo el director de un colegio, llegó al fin. Una vez dentro, el equipo encontró una perrita Bulldog francés de cinco años encogida y aterrada en la esquina de un baño sucio, pues había una capa gruesa de excremento en el suelo. La peludita estaba claramente desnutrida y cubierta de llagas por sentarse en su propia orina. Estaba asustada y no respondía a los llamados ni tampoco a las ofertas de comida.

Su panza hundida reflejaba que había tenido crías muchas veces, es claro que su dueño la tenía únicamente para poder vender sus cachorros.

La bulldog recibió el nombre de Freesia, pasó tres días con un veterinario, donde recibió tratamiento por desnutrición, deshidratación, llagas y parásitos. Luego la trasladaron a la «Red Nacional de Rescate de Bulldog Francés» donde estará en rehabilitación durante varias semanas antes de ponerla en adopción.

Lo más curioso de este caso, es que no sólo salvaron a la perrita, pues en una casa vecina a la que ella se encontraba, había dos gatitos bebés sin mamá. Afortunadamente, la asociación los vio a tiempo y fueron rescatados también.

Fuente: TheTelegraph.