La población del demonio de Tasmania se ha reducido en más del 90% en los últimos años.
El demonio de Tasmania, es un animal que está en peligro de extinción debido a un cáncer contagioso facial que se desarrolla en forma de tumor en el rostro, más específicamente en el hocico y luego se extiende por el resto del cuerpo del animal.
El cáncer se contagia a partir de las mordeduras, el apareamiento y las peleas, después de que se contagia, la enfermedad cobra sus vidas en los siguientes seis meses, lamentablemente hasta el momento no existe esperanzas de un tratamiento o de una relentización del contagió.
La enfermedad ha afectado al espécimen desde 1996 y hasta el momento la ha reducida en un 90%, aproximadamente se cuentan con a penas 20.000 ejemplares.
Afortunadamente los demonios de Tasmania no están solos.
A partir de la crisis que está viviendo la especie, los científicos en Australia han venido creando refugios con el fin de proteger a los animales tanto de la enfermedad que se está propagando en su hábitat natural, como de su extinción, pues piensan que quizás estando en un lugar limpio de la enfermedad y permitiendo su reproducción, la especie se pueda ir recuperando poco a poco.
Los principales santuarios naturales que buscar resguardas a estos animalitos son el Aussie Dark y el Australian Reptile Park, los cuales trabajan en conjunto para buscar el mayor bienestar posible para estos animales, estudiar que tan factible es su reproducción y como hacer para que ojalá en un futuro cuando la enfermedad se erradique, los pequeños marsupiales puedan volver a su hábitat de origen.
Los conservacionistas han obtenido resultados esperanzadores.
Después de meses de investigación y de cuidados intensivos, ambos refugios, el Aussie Dark y el Australian Reptile Park, han logrado que ocho nuevas crías del demonio de Tasmania lleguen al mundo, son dos camadas que provienen de dos madres distintas, ambas dieron a luz al número mayor que puede procrear una sola hembra, algo que resulta muy esperanzador hablando genéricamente, pues este hecho quiere decir que ambas madres son aptas para contribuir a repoblar una especie que está desapareciendo.
Debido a que es un resultado exitoso, que los demonios de Tasmania son terriblemente adorables y que además son tan delicados, el santuario Aussie Dark ha determinado que los ocho bebés tendrán cuatro cuidadores las 24 horas, los 7 días de la semana, y que además, recibirían cuatro comidas complementarias a las que reciben de la mamá cuatro veces por día, no importa si los cuidadores tienen que pasar la noche en vela, lo importante es que estos animalitos reciban todos los cuidados pertinentes para que puedan sobrevivir.
A continuación te presentamos un vídeo donde puedes conocer a los ocho adorables demonios y ver lo consentidos que están.
Con información de: Aussie Dark, National Geographic.