Sus familiares no querían que ella pensara que él la había abandonado, sabían que ella necesitaba verlo por última vez y decirle adiós.
Cuando Ryan Jessen, un joven de 33 años de California, empezó a sentir molestias por un severo dolor de cabeza, consultó a un médico. En el hospital descubrieron que se trataba de una hemorragia cerebral, la cual estaba apagando su vida lentamente y no habría solución alguna.
Un instante para decir adiós.
De inmediato Ryan tuvo que quedarse hospitalizado y separarse totalmente de su perrita llamada Mollie, con quien llevaba varios años viviendo una infinidad de momentos únicos. Eran el uno para el otro y cualquier persona que los conociera daba fe de ello. Se amaban.
De seguro a Mollie le explicaron por la situación que estaba pasando Ryan e incluso le dieron la esperanza de volver a verlo de regreso en casa, sin embargo, las cosas no fueron así. Al joven le hicieron todo lo médicamente posible, pero simplemente su destino estaba escrito y él fue dado como desahuciado.
Entre el dolor de verlo en la camilla del hospital o dejarlo descansar en paz, su familia tomó una dolorosa decisión, desconectarlo de los aparatos que lo mantenían vivo. Familiares y amigos cercanos, tuvieron un momento para despedirse de ese ser incondicional y alguien no pudo faltar a esa última cita: su perrita Mollie.
Lágrimas perrunas inundaron sus tiernos ojitos.
Para que Mollie pudiera ingresar al hospital, su familia le consiguió un permiso especial y de esta manera la perrita, al igual que los demás tuvo su momento de despedida.
Al verlo en la camilla, Mollie se acercó delicadamente hasta su cara, pues tras un largo mes de estar separados finalmente pudo tenerlo frente a frente una vez más. Posteriormente lo olfateó y sin decirle una palabra, le expresó cuánto lo ama, la falta que le hizo, de seguro también le agradeció por cada momento vivido y le prometió recordarlo para toda la vida.
Su carita triste y acongojada no solo conmovió a su familia, sino también al personal médico, que agradeció haber hecho parte de esta despedía, pues era importante que la perrita supiera y entendiera la razón de la ausencia de su papá humano.
El hospital ha hecho lo más dulce por nosotros y nos permitió traerla a la perra de mi hermano para ‘decirle adiós’ y que ella supiera por qué su amo nunca volvió a casa. Si conocías a mi hermano sabías que realmente amaba a su perra – Escribió Michelle Jessen, hermana de Ryan, en su cuenta de Facebook.
Luego de la triste despedida, Mollie, se quedó a vivir con sus abuelitos y su tía ya que ellos la aman y cuidan por ser tan especial en sus vidas y por supuesto, en memoria del amado Ryan.
Acá te dejamos un video de la emotiva despedida.
Nuestros animalitos sienten y se preocupan igual que cualquiera de nosotros, por eso es importante hablarles y explicarles cada situación que los afecta, de esta manera evitaremos tristezas innecesarias en su corazoncito.
Fuente: Michelle Jessen Gold, The Sun.