Sí, estás enfermito, pero ya estás en buenas manos y saldrás adelante.
En la calle, sobrevive el que más fuerza y determinación tenga. Aunque quisiéramos que no fuera así, lamentablemente no solo hay muchos humanos afuera sin oportunidades de poder tener un techo sobre sus cabezas, también hay muchos peluditos que nacen en esta condición o son dejados a su suerte por personas que ya no los quieren como miembros de su familia.
Para muchos de estos perritos, esta es una condición que no pueden entender, sin embargo, Buddy, el hermoso protagonista de esta historia, luchaba día a día para sobrevivir en la calle, que fue el único hogar que conoció hasta ese momento, cuando, de repente, un grupo de bondadosos médicos le salvó la vida.
Un duro despertar.
Buddy siempre fue un perrito que vagó por las calles de Estados Unidos con una mirada triste y perdida que indicaba que esa dura vida a la intemperie había pasado factura, sin embargo, los voluntarios del refugio Howl of a Dog pusieron su mirada en él para ayudarlo a conseguir un buen hogar y darle el amor y todos los mimos que necesitaba.
Antes de llegar a él, Buddy dormía bajo el calor de algunos autos y se alimentaba de lo que podía, muchas veces ayudado por personas de buen corazón que le brindaban algún alimento, sin embargo, el día de su rescate el peludito no podía creer lo que le estaba pasando.
Los voluntarios se esforzaron por hacerlo sentir cómodo para su traslado a las instalaciones donde se le realizaron todos los exámenes médicos de rutina, sin embargo, aunque el pequeño Buddy parecía estar perfectamente bien por fuera,una alerta médica hizo que todos se preocuparan por él: un tumor cancerígeno en el bazo amenazaba con quitarle la vida.
La cura también es el amor.
El diagnóstico no solo derrumbó a Buddy, también a todo el refugio que trataba de estar allí para él y darle ánimo para afrontar lo que venía.
A pesar de correr el riesgo de tener complicaciones en la cirugía, los doctores tomaron la decisión de extirparle su bazo en un procedimiento llamado esplenectomía, explicado en este video de su proceso con la organización que lo rescató.
A pesar de los muchos riesgos que habían, el enorme espíritu de Buddy resistió y su cirugía tuvo un rotundo éxito, no solo en el momento inmediato. Un mes después con nuevo exámenes de rutina, el cáncer había desaparecido y ahora este peludito solo debía preocuparse por la búsqueda de su nueva familia.
La espera no fue prolongada, tan pronto conocieron su caso, una familia de Michigan quiso hacerlo parte de su círculo familiar convirtiéndolo en el nuevo y eterno consentido. Su mamita humana dice sentirse totalmente enamorada de él y percibir su bondad desde que llegó a su hogar. Ahora su nombre es Roman y aunque su nueva vida apenas está empezando, ya tiene la felicidad que siempre deseó al lado de sus hermanos y papás.
Podríamos decir que este precioso peludito tuvo mucha suerte, pero,creemos que tuvimos más suerte nosotros de conocer su historia y su familia de encontrarlo.
Fuente: Howl of a Dog.