Una de ellas ya se fue de este mundo dejando atrás a su inseparable amiga.
Tarra una elefante y Bella una perrita, son dos amigas que le demostraron al mundo que las diferencias en tamaño y especie no importan al hablar de lealtad, amor y comprensión. Estuvieron juntas hasta que una de ellas partió de este mundo, para ir al cielo de los animales.
Tarra, es una elefante que trabajó durante 20 años en circos, shows televisivos, entre otros. En 1995 fue inspiración para iniciar el proyecto de un Santuario para elefantes en Tenesse, Estados Unidos. La otra protagonista de esta historia es Bella, una perrita que fue abandonada en una de las zonas del santuario. Sus vidas se cruzaron en 2003, cuando Tarra no escogió a otro elefante como compañero de vida, sino que decidió que sería Bella quien la acompañara en sus aventuras.
Las notorias diferencias no fueron impedimento, para que se convirtieran en las mejores amigas. Desde el día en que se conocieron empezaron a hacer todo juntas, jugar, dormir y lo más importante pasear libremente, algo que solo un lugar como estos les podía permitir. Al pasar de los días estas dos inseparables cómplices, demostraban a los trabajadores del Santurio su amor mutuo, sin embargo, esta linda historia tendría un acontecimiento que rompería el corazón de una de ellas.
La sincera amistad llegaba su fin, y no por gusto propio.
Luego de un día lleno de caricias y aventuras, pasaría algo que cambiaría sus vidas. No siempre lo que queremos es lo que podemos, y si hubiera estado en las paticas de alguna de ellas, de seguro hubieran querido compartir un poco más, tristemente el tiempo se acabó para una de ellas. La noche del 28 de octubre de 2011, Tarra al ver que pasaban las horas y su amiga no regresaba decidió ir a buscarla, pero tristemente la encontró sin vida. Bella, la perrita, había sido atacada por coyotes. La tristeza invadía su corazón, pero no estaba dispuesta a dejar que su amiga sufriera más, por lo que la tomó con su trompa y la llevo hasta un lugar donde pudieran verla los trabajadores del santuario.
Sin saber que ya no era mucho lo que podía hacer por su amiga, la elefante se quedó a su lado hasta que fueran encontradas.
Pasaron por duras pruebas y Tarra ya había demostrado todo su amor por Bella.
En abril del año 2007, Bella la perrita, se había lastimado la espalda a causa de un accidente, por lo que fue internada en el hospital del Santuario para su pronta mejoría. Al ver que Bella no regresa de su recuperación, Tarra la elefante decidió ir en busca de ella, algo que los cuidadores interpretaron como el deseo de saber qué pasaba con su amiga.
Eran tan inseparables que a partir de ese día, Tarra fue a diario para cerciorarse de que las cosas estuvieran marchando bien. Existían muchos lugares en los que la elefante podía estar, sin embargo, ella decidió quedarse al lado de su amiga. Todos los días esperaba pacientemente a que los trabajadores le acercaran la perrita, para poder acariciarla con su trompita. La delicadeza con que Tarra demostraba su amor hacía Bella, impresionaba a todos y aseguran que ella fue una pieza clave en la recuperación de la cachorrita.
Una amistad guardada en la memoria.
Los recuerdos con su amiga hacen parte del día a día de Tarra, que deja ver en sus acciones y en sus ojos la falta que le hace Bella.
No hay nada que podamos hacer para quitarle el dolor , Los únicos que pueden ayudar ahora son los elefantes. Y eso ya está sucediendo – Le dijo Rob Atkinson, CEO del Santuario, a CBS News
Dicen que las penas compartidas son más llevaderas, y eso es precisamente lo que está haciendo que la vida de Tarra sea más fácil. La manada que alguna vez dejó a un lado para vivir su amistad con Bella, hoy le demuestra que aún sigue haciendo parte de ellos. Su dolor es comprendido por estos gigantes que a diario pasan a visitarla, son más amables con ella y hasta le dan un poco de la porción de sus comidas. Los trabajadores del Santurio, esperan pacientemente el día en que Tarra vaya a divertirse entre el lodo con los 11 paquidermos que hay actualmente en la organización, los cuales han sido sacados de zoológicos y circos.
Ahora esta tierna Elefante, está viviendo cosas nuevas con su manada, y las 1.092 hectáreas que componen este lugar, servirán como espacio de distracción para que Tarra, guarde los recuerdos más que en su memoria en su corazón de cientos de aventuras y momentos únicos he inolvidables que vivió con Bella.
Fuentes; The Elephant Sanctuary, CBS NEWS