Prohíben el aceite de palma, producto que acabó con el hábitat de los orangutanes

Aunque ya es tarde, Noruega quiere ayudar a poner un freno a los productores de aceite de palma.

A partir del año 2016, Noruega quiso dar un paso hacia la conservación y el respeto a la naturaleza, si ben el hábitat de los orangutanes prácticamente ya no existe, el país quiere luchar por recuperarlo y proteger lo que queda, por lo que en dicho año, el gobierno tomo severas medidas para controlar las importaciones, exportaciones, contratos e inversiones que se estaban haciendo en el mercado, para así evitar la deforestación.

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No obstante, Noruega no estaba del todo satisfecho con los resultados obtenidos, por lo que en el presente año (2019), el país implanto una nueva norma que exige a las compañías productoras, comprar y utilizar únicamente biocombustible de aceite de palma sostenible, para que este, no genere ningún impacto negativo en el medio ambiente.

La nueva ley estará en curso a partir de enero del 2020, asegurando, que el país quiere ser ejemplo para otras sociedades, con el fin de que estas se unan a una eficiente reforma de la industria mundial del aceite de palma, pues Noruega celebra este paso como una victoria para los bosques, los animales y el clima.

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El libre comercio se verá perjudicado, lo que genera oposición.

Teresa Kok, Ministra de Agricultura e Industria de Malisa, manifiesta la inconformidad de ella, su organización y de los miles productores de aceite de palma, pues ella asegura, que esta medida es injusta y desproporcionada, pues va en contra del funcionamiento del libre comercio, dejando en peligro las negociaciones entre la Unión Europea y Noruega. 

Manifestaciones de inconformidad que no serán tomadas muy en cuenta, pues según afirma Darrel Webber, mentor de la iniciativa de un aceite de palma sostenible, el país no se dejará llevar por sentimentalismos, pues las intenciones de reparar y contribuir al ecosistema, no se verán aplazadas, pues eso ocasionaría más y más daños al ecosistema.

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La vida de los bosques y los orangutanes se disminuye sin compasión.

La producción y comercialización de aceite de palma, la ganadería y la soya, son las principales causas de la destrucción del planeta, pues según asegura la organización Greenpace, las más de 25 empresas producturas de este aceite, han destruido más de 1.300 kilómetros cuadrados de selva en sólo Indonesia, zonas que son claves para la supervivencia de los orangutanes y otras centenares de especies.

Según los estudios realizados, los productores que están asociados con empresas como Unilever, Colgate, Nestlé, Reckitt Benckiser, Pepsico, galletas Oreo, Mandelez, Mars, L’Oreal, Kraft Heinz, Kellog’s,  Hershey, General Mills, Palmolive, son promotores de inadecuadas acciones, pues según se ha comprobado, estos productores talan y queman sin ninguna consideración los bosques, además, irrumpen violentamente en las comunidades organizadas en las zonas de interés.

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Desde el año pasado, Wilmar, uno de los productores más grande de aceite de palma, se comprometió a que desde el 2020, su producción sería limpia y libre de destrucción, promesa que hizo bajo la presión de cientas de demandas y acusaciones que recibió por parte de Greenpace y otras cuantas organizaciones de defensa ambiental.

No obstante, ambientales, animalistas y organizaciones sin ánimo de lucro, no se sienten satisfechas con dichas promesas, pues Wilmar nunca manifestó los cambios y medidas que tomaría para dar fin a la destrucción, por lo que después de muchas presiones ejercidas por Greenpace, la productora accedió a que a partir del 2020, se pueda monitorear los bosques a través de vía satélite, mientras ellos están adquiriendo este recurso.

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Una excelente decisión la que tomó Noruega, ahora sólo queda esperar que otros países hagan la misma consciencia con respecto a la vida en los bosques, para que así, en 2020, sean menores o inexistentes los productores que se dediquen a esta práctica y la que la hagan, sea de manera sostenible.

Fuente: El Especatador.