El perrito nunca se alejó de las ruinas quemadas, lloraba en las noches llamando a su dueño… gracias a una fundación volvieron a reunirse.
Todos los días en una zona residencial se veía como un perrito de color mostaza aun con una de sus patitas lastimada y algunas heridas en su cuerpo, busca desesperadamente a su dueño con la esperanza de encontrarlo.
Una dolorosa separación.
Todo comenzó tiempo atrás, cuando la casa en que vivía el perrito en compañía de su humano, fue devorada por las llamas en un incendio fortuito.
Los bomberos llegaron en el momento justo para salvar al hombre y llevarlo al hospital, donde recibió los primeros auxilios, pero por la gravedad del estado de su salud, tuvo que quedarse hospitalizado lejos de casa en un centro médico de Seúl, Capital de Corea del Sur y el peludito tuvo que aguardar por él sin saber bien qué había pasado o si algún día volvería.
El perrito no tuvo más remedio que aferrarse a los recuerdos de lo que vivió durante más de siete años al lado del hombre que ya no estaba y de su madre, una amorosa abuelita que hacía poco, antes del incendio, había fallecido.
Los días pasaron y el dueño no regresaba, por lo que como muestra de fidelidad y amor extremos, el peludito empezó a realizar una acción que sorprendió a la fundación Kritter Klub, cuando intentó ayudarlo.
Desde que sucedieron los hechos, el perrito estuvo viviendo entre los escombros de lo que algún día fue su hogar y mientras estaba allí, buscó a su humano hasta caer rendido. Él ladraba fuertemente como si lo estuviera llamando y olfateaba el lugar, quizás para encontrar un rastro de su padre, pero tristemente nunca encontró nada.
Unos primeros rayos de esperanza empezaron a brillar.
Luego de conocer el caso de este hermoso perrito, para poder ayudarlo, la fundación se aseguró de conocer de cerca la historia de la familia y posteriormente a unas investigaciones, dieron con el paradero del hombre quien aún estaba convaleciente, pero vivo.
Durante la charla con los trabajadores del refugio, el hombre les contó que estuvo muchos días inconsciente y que cuando quiso volver a su hogar para buscar a su perrito, se lo prohibieron, pues su estado de salud era delicado y debía permanecer recluido en el centro hospitalario.Por suerte ellos le mostraron unas imágenes de su animalito.
Las imágenes del perrito esperándolo en medio de los escombros, día tras día, sin nadie que cuidara de él y con la limitación en una de sus patitas, conmovieron el corazón del hombre, quien entre lágrimas tocaba la pantalla, como tratando de acariciar a su peludito.
La fundación sabía que tenía que hacer algo, por lo que de inmediato inició un plan de rescate para el perrito.
Inicialmente, cuando los trabajadores intentaron ayudarlo, él huyó porque estaba bastante asustado, pero ellos no se rindieron y agotaron toda posibilidad de rescatarlo, hasta que consiguieron su objetivo. Adecuaron una especie de trampa, en la que una prenda de vestir y un video de su papá llamándolo a ingresar a la jaula, fueron el señuelo perfecto para que cuando él entrara al lugar, ellos pudieran cerrar la puerta de manera remota y finalmente rescatarlo.
El destino les tenía preparado el más lindo reencuentro.
Tal y como lo planearon, sucedió: motivado por la voz del hombre y reconociendo su aroma, el perrito entró a la jaula y fue atrapado para, sin saberlo, ser ayudado por personas de buen corazón. Lo llevaron a una clínica veterinaria para curarle sus heridas, pero también para ayudarle con sus problemas emocionales, pues el perrito estaba muy deprimido por la ausencia de su dueño y no quería comer.
La fundación trabajó incansablemente por recuperar la confianza y alegría del peludito, pero la tarea no fue sencilla, porque a eso se sumó su falta de apetito. Nuevamente las palabras de su padre fueron el aliciente necesario, pues en un corto video donde el hombre lo invita a comer, él mueve sus orejitas reconociendo su voz y obedientemente empieza a degustar su porción de comida.
La recuperación del hombre al fin culminó y cuando le dieron de alta, no dudó en correr en busca de su perrito. En otra parte el pequeño peludito estaba esperando ansiosamente por verlo y cuando finalmente llegó el momento del reencuentro, el can corrió a los brazos de papá para llenarlo de besos.
Luego de que la linda historia se conoció virtualmente, muchas personas quisieron contribuir con la construcción de un nuevo hogar para el perrito y su padre, y con cientos de donaciones, les lograron hacer una casita donde los dos están viviendo una vida completamente feliz y más segura pues esta vivienda además de ser más moderna y cómoda que la que se quemó, es más segura.
Reconocemos de manera especial el trabajo de esta organización, porque sin ellos esta historia no hubiera tenido un final feliz.
Acá te dejamos el video de la historia.
Fuente: Kritter Klub.