Una cercana y amorosa rutina de juego.
Los grandes felinos desde épocas inmemorables nos han causado fascinación y terror por igual.
Por un lado su elegancia, flexibilidad y misterio hacen que siempre queramos observarlos desde un poco más de cerca. Pero al mismo tiempo su ferocidad, rapidez y conducta, siempre lista para el acecho y la caza, hacen que el temor se apodere de nosotros.
Esto sumado a muchos casos documentados donde grandes felinos como leones y tigres han atacado mortalmente a personas que se acercan demasiado a las jaulas de los zoológicos o los safaris a los que asisten, hacen que la imagen de un monstruo come personas crezca cada vez más en nuestra imaginación.
Personalmente pienso que el error recae en las personas que no sabemos respetar sus espacios y su habitad. Al final podemos sentir fascinación o terror por ellos pero lo que esta claro es que no sentimos respeto, porque de lo contrario jamas nos entrometeríamos en sus vidas.
Sin embargo, el siguiente vídeo fue grabado en un refugio, no en un zoológico, donde atienden animales que han sido rescatados de diferentes situaciones que amenazaban sus vidas o su bienestar. Las personas que trabajan en estos sitios suelen tener una relación muy fuerte y estrecha con los animales que han sido llevados al refugio y son de vital importancia en la recuperación del comportamiento de los rescatados.
Para este comprometido trabajador era un día de rutina hasta que uno de los animales con los que suele trabajar decide acecharlo desde lejos y acercarsele muy sigilosamente para darle un gran susto… pero la situación se vuelve un tanto distinta de repente.
Pues él veía a la pantera que tenía detrás, reflejada en el vidrio que separa a los visitantes de los animales del refugio, vio como ella quería pegarle un buen susto, pero cuando estuvo suficientemente cerca se voltio y la asustada fue la pantera, que no entendía como su sigilo le había fallado.
Rápidamente la panterita continuó con sus juegos con el hombre que la cuida y que ella tanto quiere. Entre los dos se persiguen, juegan y se dan dulces besitos.
Mira todo esto en el vídeo a continuación, el cual fue grabado en un refugio de felinos en México:
Fuente: Bokokaram.
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