En Estados Unidos nació la bella amistad de Lundy el perrito y Herman la paloma, que aunque parezca poco probable, hoy nos demuestra que es igual de solidaria y sincera como la más entrañable relación humana. Estos dos amigos con dificultades similares, han encontrado en el otro algo que tal vez alguien de su misma especie no les hubiera dado.
La organización donde estas dos bellas almas se vieron por primera vez, es pionera en la rehabilitación de animales con algún tipo de deficiencia, ya sea por nacimiento o por algún impedimento físico. Por eso en este acogedor lugar ambos están más que cómodos, pues cuentan con veterinarios especializados en ayudar y hacer felices a animales con algún tipo de problema como ellos.
Un difícil comienzo para un final feliz.
La primera en llegar al hermoso lugar fue Herman, la paloma, la cual llegó al refugio hace un par de años luego de que fuera encontrada en el piso a las afueras de un concesionario de carros por uno de los trabajadores de la fundación. Una lesión en sus alas, tristemente le impide a esta linda ave volar, pero por fortuna encontró estas buenas personas que decidieron ayudarla y darle una segunda oportunidad, pues de no haber sido recogida su vida hubiera sido muy corta.
Al llevarla a la organización se dieron cuenta de que su dificultad sería definitiva, por lo que decidieron quedarse con ella y darle el amor y los cuidados que necesitaría, sin pensar que luego llegaría alguien que podría amarla un poco más que ellos.
Lundy, el chihuahua recién nacido, entró hace muy poco a la fundación, por tener dificultades para usar patitas traseras. A lo largo de su estadía han descubierto que el motivo de no poder caminar correctamente, se debe a daños en su médula espinal, una enfermedad que es conocida como síndrome de los nadadores. Aunque no se conoce con exactitud las causas del padecimiento, se sabe que con el tratamiento adecuado posiblemente los animales pueden llegar a caminar con total normalidad y siendo tan solo un bebé, Lundy trabaja diariamente para lograr ese propósito.
Herman encontró en el suelo la amistad que no podía tener en el cielo.
El día del primer derroche de amor estaba a punto de suceder. Sue Rogers, la fundadora de la organización, estaba haciendo un chequeo diario a Lundy, el perrito, y mientras eso pasaba quiso ver cuál sería la actuación de estos dos animales al estar juntos.
El ambiente estaba un poco tenso y de fondo se escuchaban suaves arrullos de Herman, la paloma, queriendo impresionar. Una amplia camilla se hundió levemente, con pequeños pasos de cuatro paticas que se aproximaron para el inevitable encuentro, habían pasado pocos segundos antes de que Sue volviera a verlos y en un abrir y cerrar de ojos ya estaban los dos acurrucados uno al lado del otro.
El respeto es base fundamental en cualquier amistad y estos dos si que saben de eso, pues en aquel primer encuentro, Herman no lo picoteó y Lundy no lo mordisqueó. Esa primera escena quedó captada en una foto y en la memoria de Sue, la fundadora de la organización.
Desde ese primer momento comparten todo juntos, sus citas con el doctor, sus horas de almuerzo y de juego. ¡Es más hasta se alegran las mañanas!
A pesar de la relación tan especial, Sue Rogers aseguró que esperaba que el chihuahua caminara pronto y que de ser así, entraría a un programa de adopción por lo que Lundy se unió a un largo tratamiento para mejorar su calidad de vida, por supuesto, Herman quiere acompañarlo para siempre y se lo hace saber con sus amorosas muestras de cariño y su fiel compañía.
La buena noticia fue que esta pareja de amigos ha enamorado a tantas personas que Rogers decidió dejar a Lundy el perrito en la organización, sin pensar que aquella decisión tomada en aquel momento favorecería el bienestar físico y psicológico del peludito más adelante.
Las tristezas compartidas son más llevaderas
Diariamente en The Mia Foundation, han trabajado por darle a Lundy la posibilidad de caminar nuevamente, pero una radiografía realizada recientemente al perrito confirmaba lo que su veterinario temía: no habrá tratamiento o cirugía que le de al pequeño Lundy la oportunidad de caminar normalmente. Por el momento sus doctores y cuidadores, solo confían en que la enfermedad no avance mucho y que sus órganos permanezcan en el mejor de los estados, para que pueda seguir jugando y compartiendo con su amiga, la paloma Herman.
Un ejemplo de su incondicional apoyo y de sus tardes de aventura es esta foto, en la que Herman acompaña a Lundy en su adaptación a su nueva silla de ruedas, obsequiada por el equipo de robótica de Hilton High School. Estos dos están felices en The Mia Foundation, aunque fueron el foco durante varios días para ser adoptados y los postulados para ser padres de estas dos lindas criaturas son magníficos, no hay otro lugar en el mundo en el que puedan estar mejor.
Se quedaran juntos para enseñarle al mundo que las diferencias son lo de menos.
Finalmente la organización decidió quedarse con ellos y no separar esta linda amistad. Actualmente The Mia Foundation, desarrolla programas educativos sobre acoso escolar y este par de amigos un poco diferentes, son de gran ayuda.
Gracias a The Mia Foundation, estos dos amigos podrán seguir disfrutando de esa bella amistad que han construido en tan poco tiempo. Sus fotos y vídeos en el perfil de Facebook de la fundación, hacen que las personas se enamoren cada día más de ellos, incluso de distintos amiguitos con los que comparten aventuras también.
Ahora ayudan al lugar que les tendió una patita amiga.
Este cuarto de hora de fama que sin querer se ha dado en la casa definitiva de Herman y Lundy, ha favorecido a otros animales debido a la atención recibida.
La historia de estos inseparables amigos ha sido vista por todo el mundo, por lo que las donaciones han llegado de manera desinteresada a The Mia Foundation, hasta el punto que en dos días la fundación recaudó 6.000 dolares, lo que servirá para cubrir gastos de primera mano de animales en condiciones un poco más difíciles.
El dinero recaudado es algo que los animales y la organización agradecerán por siempre, sin embargo, la alegría más grande ha estado relacionada con el alto número de adopciones que han tenido, muchos de los compañeros de Herman la paloma y Lundy el perrito, ya han encontrado hogar.
Gracias a todas las personas que han cambiado la vida de estos bellos seres, de seguro tendrán un amigo hasta el final de los días. Y gracias al destino y a esta fundación por apoyar la amistad de estos dos diferentes en especie pero iguales en corazón.
Mira en el vídeo a continuación uno de los rutinarios momentos de esta singular pareja:
Fuente: The Mia Foundation,