Nunca es tarde para hacer feliz a un animal.
El elefante Kaavan llegó al zoológico de Islamabad, la capital de Pakistán, después de ser regalado por Sri Lanka en un acto diplomático con el país asiático en 1985. Desde ese momento, como muchos otros elefantes que luchan con el encierro, sus ojos y su cuerpo no volvieron a sentir la libertad que merece cualquier especie salvaje. Durante 35 largos años soportó maltratos y pérdidas que lo convirtieron en uno de los elefantes más tristes del mundo.
A pesar de su soledad y depresión, varias organizaciones animalistas ejercieron presión por los constantes problemas del zoológico y ganaron una batalla legal contra el gobierno de Pakistán, teniendo como beneficio la liberación de Kaavan después de tanto tiempo luchando para sacarlo de allí.
Soportar en silencio y sin aliados.
Desde 2016, activistas de los derechos animales han peleado una fuerte batalla para lograr la liberación de Kaavan y que asì pueda vivir en un espacio controlado y adecuado para él, sin embargo, el proceso se había visto truncado en varias oportunidades por las personas que manejaban el Zoológico de Islamabad. A pesar de todas las negativas anteriores, el caso dio un vuelco en mayo del año pasado cuando un tribunal del país ordenó cerrar el establecimiento debido a las pésimas condiciones en las que encontraron el lugar cuando lo inspeccionaron.
El zoológico fue acusado de negligencia sistémica debido a varios sucesos, incluyendo la muerte de dos leones que no alcanzaron a ser salvados después de prenderle fuego a sus jaulas para intentar que salieran de allí. El lugar no ofrecía la comida suficiente para las especies que lo habitaban, ubicaba a los animales en espacios muy reducidos y sus empleados tenían malas conductas con ellos, por lo cual, cuando las organizaciones empezaron a buscar lugares para trasladar a los que quedaban vivos, lo primero que hicieron fue recurrir a un veterinario para realizar exámenes exhaustivos.
En ese punto del proceso, Four Paws, una organización internacional encargada de cuidar casos de gran envergadura, fue contactada para llevar a cabo todo el desarrollo de la difícil transición de Kaavan, el animal que más preocupaba a las personas involucradas en su cuidado, y no era para menos: cuando fue llevado a exámenes médicos se descubrió que tenía sobrepeso incluso a pesar de los evidentes signos de desnutrición y, además, tenía sus patas visiblemente afectadas por el piso del lugar que no era el adecuado para él.
Más allá de las consecuencias visibles del descuido por parte del personal del zoológico, Kaavan tiene heridas mucho más profundas que lo han llevado a desarrollar un comportamiento anormal y a ser conocido por su infinita tristeza: en el 2012 perdió a su pareja, por lo cual, su estado de ánimo sólo decayó y presenta un movimiento constante de la cabeza durante largas horas del día producto del aburrimiento.
También desarrolló un comportamiento estereotipado, lo que significa que mueve la cabeza de un lado a otro durante horas. Esto se debe principalmente a que simplemente está aburrido. -Dijo Martin Bauer, portavoz de Four Paws en un comunicado.
De regreso a la selva.
Milagrosamente, aunque los exámenes médicos mostraron resultados poco positivos, Four Paws y todo su equipo lo encontraron suficientemente fuerte para su traslado a un lugar mucho más adecuado para él. De alguna u otra manera, es como si Kaavan supiera que necesita ser fuerte un poco más para salir de ese pequeño recinto que tantos problemas le ha traído.
Tras los controles, que confirmaron que Kaavan es lo suficientemente fuerte, ahora se tomarán medidas para finalizar su reubicación en un santuario de animales potencialmente en Camboya. –Comentó Bauer de Four Paws en el mismo comunicado.
Aunque ya se ha completado una de las partes más difíciles de todo el proceso de liberación, viene el traslado para el cual Kaavan debe estar lo suficientemente tranquilo y saludable mientras viaja más de 4.000 kilómetros por tierra con un equipo gigantesco que se encargará de llevarlo a salvo a su nuevo hogar: un parque nacional en medio de la selva en Camboya, otro país de Asia.
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Kaavan pasará por lugares como India en su extenso recorrido y estos voluntarios de vida silvestre que tanto han peleado por su liberación, esperan que se adapte a su nueva vida aunque saben que su recuperación no será nada fácil. Para nosotros, es un respiro que podemos sentir en el corazón por el enorme y hermoso elefante que tanto lo necesita. ¡Una inmensa noticia para celebrar!
Fuentes: Four Paws, Arab News.