Una mujer, con amor y dedicación, la rescató y la ayudó a bajar de peso, ahora es una perrita feliz y sana.
Honey, una perrita Beagle, un día llegó al refugio Niagra SPCA, la traían unos familiares, pero cuando la vieron, los encargados del refugio quedaron impactados al darse cuenta que pesaba 30 kilos.
Un Beagle normal tiene que pasar al rededor de 10 kilos pero Honey estaba 20 kilos arriba de eso, además no podía caminar, intentaba moverse con las patitas de adelante, porque las patitas de atrás las tenía totalmente inmovilizadas.
Los familiares de Honey llegaron al refugio solicitándoles que la perrita fuera sacrificada, ya que ellos no tenían ningún interés en seguirla teniendo y que además ellos creían que su condición no tenía remedio. En ese momento los encargados del refugio quedaron horrorizados frente a la total indiferencia que mostraban hacia su perrita.
Los encargados del refugio les dijeron a los familiares que ellos se encargarían de Honey y que no se tenían que preocupar más por ella y así lo hicieron. Los familiares se retiraron y a ellos y a Honey les quedaba por delante una dura y ardua tarea, la perrita tenía que perder 20 kilos de peso.
Honey fue inscrito a un programa de entrenamiento especial, inicialmente al no poder moverse el tratamiento se efectuaba en piscinas para que de esta forma tuviera algo de actividad física, así y con una dieta especial. Lograron que Honey perdiera en la primera semana 3 kilos, pero este era sólo el comienzo.
Los entrenadores de Honey se enteraron un poco sobre la historia de ella antes de ser entregada al refugio, resulta que alguna vez Honey si tuvo alguien que la quería mucho, una mujer que con el paso de los años fue cayendo en los problemas de la vejez, al parecer ella olvidaba que se encontraba con su perrita por lo tanto no la alimentaba bien, así que para que no pasara hambre cuando ella sufría esos lapsus, decidió darle acceso a todo el alimento que quisiera, esto sumado a la inactividad de la perrita, fueron las principales razones por las que tenía ese peso.
Volviendo al entrenamiento, Honey odiaba el agua así que la recompensaban con una zanahoria para que entrara a la piscina sin hacer mucho problema.
Pasaron las semanas y Honey ya estaba por perder 10 kilos de peso el tratamiento estaba surtiendo efecto.
Las piernas requerirían un tratamiento especial para recuperar al 100% su movilidad así que recurrieron a la Hidroterapia. Ya con Honey mucho más recuperada se tomó la decisión de enviarla a la casa de una de las encargadas del refugio para que se terminara de recuperar allí.
Ya en casa con dieta sana y saliendo todas las mañanas a caminar Honey en un par de meses estaba muy cerca de perder 18 kilos, mira como se ve ahora:
Mira este vídeo donde podemos apreciar el gran cambio que tubo la perrita:
Misión cumplida! ahora sólo resta conseguirle un hogar definitivo y la misión de este comprometido refugio estará completa.
Sin duda el gran esfuerzo en Honey merece nuestro reconocimiento, así que comparte su historia.