Si no la hubieran salvado, no estaría pintando cuadros, simplemente ya no existiría.
Un grupo de ambientalistas sacaron a dos cerditas de apenas dos meses de edad de una planta de procesamiento animal, las salvaron a tan sólo unas horas de ser sacrificadas. Estas personas nunca se imaginaron que una de las cerditas tenía un talento excepcional y que pronto se convertiría en una estrella de reconocimiento mundial.
Luego del rescate ambas cerditas, que eran hermanas, fueron trasladadas a un refugio animal propiedad de Joanne Lefson ubicado en una granja en Franschhoek, cerca de Ciudad del Cabo en Sudáfrica.
Aunque dicho refugio aún no estaba finalizado, allí podrían disfrutar sus vidas para siempre, lejos, muy lejos del horrible matadero donde nacieron y cambiando por completo el cruel destino que los humanos habían trazado para ellas, incluso antes de llegar al mundo.
Sin embargo, un día Joanne notó que la cerdita le gustaba mirar cómo los obreros que estaban construyendo el refugio, pintaban los muros con grandes brochas, poco a poco el animalito se acercaba más y más, hasta que un día tomó con su boquita una de las brochas, fue entonces cuando a la mujer se le ocurrió proporcionarle un lienzo y pinceles adecuados para que pudiera pintar.
No hizo falta ninguna indicación o entrenamiento, tan pronto el animalito tuvo en frente un lienzo, las pinturas y los pinceles, supo qué hacer. Fue de esta manera que esa hermosa cerdita pasaría ser llamada Pigcasso, como un juego de palabras entre Pig (cerdo en inglés) y el apellido del famoso artista español, Pablo Picasso.
Ahora sus pinturas se venden por más de 1.300 dólares y sus cuadros adornan paredes de todas partes del mundo. El dinero que se recoge de la venta de las obras de la cerdita Pigcasso, son utilizados para ayudar a salvar a otros animalitos.
Cabe resaltar que ella nunca es forzada a pintar, la cerdita lo hace porque le gusta.
Todo este tema, recuerda otra historia, la de un elefante que también pinta, pero en el caso de él es muy conmovedor, porque pinta elefantes felices a pesar de que vivió casi toda su vida en cautiverio. Puedes leer esa historia en el siguiente enlace: Elefante pinta cuadros de otros elefantes libres y felices.
Los gatos y los perros son animales maravillosos, tiernos y encantadores, pero de la misma manera lo son todos los demás que habitan este mundo. Los cerdos, por ejemplo, son tremendamente inteligentes, más inclusive que los propios perritos y crean unos vínculos muy fuertes con sus congéneres o con las personas que los cuidan, por eso sacrificarlos para aprovechamiento de su carne es algo muy cruel y triste.